La estrategia es clara, y es evidente que la gente de CiU considera que los catalanes no convergentes, y no digamos el resto de los españoles, son tontos de solemnidad, porque solo a ellos se les ocurre esa estrategia absurda: Pujol es una víctima de sus hijos, un santo varón que no tenía ni idea de que sus vástagos utilizaban su nombre para enriquecerse a sus espaldas. Sí, eso es lo que dicen Mas y sus colaboradores, que hay que tener una madera especial para reaccionar así ante el escándalo. Pujol, después de la famosa conversación con su hermana, la de “¿pero de qué herencia me estás hablando?” se ha escondido no se sabe dónde, aunque parece que en los dominios familiares de la Cerdaña.
Pujol es una víctima de sus hijos, un santo varón que no tenía ni idea de que sus vástagos utilizaban su nombre para enriquecerse a sus espaldas
Dominios con mansiones a todo plan, lo que hace pensar que si Pujol y Ferrusola tenían ojos en la cara, que los tenían y tienen, deberían preguntarse de dónde sacaban el dinero sus hijos para pagar esos casoplones que desde luego no están al alcance de la mayoría de los españoles aunque dispongan de un buenisimo sueldo. Hace falta mucho más que un buenísimo sueldo para hacerse con ese tipo de vivienda además de las propiedades de Barcelona y la Costa Brava. Pero ya conocen la consigna: Pujol padre, Don Pujolone como le llama Carlos Herrera –pronúnciese con voz ronca y música de fondo de El Padrino– no se enteraba de nada. Debe ser por eso por lo que ahora está escondido. La vergüenza de haber criado a unos hijos que carreteaban maletas con billetes de 500 euros por los distintos bancos de Andorra le ha debido dejar el ánimo por los suelos. Pobre…
La encuesta del CIS ha llenado de inquietud a quienes pensaban que Podemos era flor de un día. Pues no. Sube y sube, y seguirá subiendo si continúa la corrupción desaforada y la escasa reacción ante la corrupción desaforada. Los populares cantan victoria porque el PSOE según esa encuesta va de cráneo, pero que no respiren tan tranquilos porque el CIS, que cuenta con profesionales de primera y por eso sus encuestas se estudian del derecho y del revés porque son muy buenas, realizó sus sondeos antes del congreso del PSOE, y cualquiera que haya seguido la trayectoria del PSOE en las últimas semanas ha podido advertir que la cosa ha cambiado mucho desde el congreso que eligió a Pedro Sánchez.
Quienes deben hacérselo ver son los de Izquierda Unida, porque ahí sí que va a haber sangría de votos hacia Podemos. Y cuanta más responsabilidad se dé a Alberto Garzón, mejor le irá a Podemos, porque la gente, que no es tonta –esto va por Artur Mas y su estrategia respecto a Pujol- siempre prefiere el original a la copia.
Rajoy pretende hacer la reforma de la ley electoral para que los alcaldes y presidentes autonómicos salgan de las listas más votadas
Las vacaciones han hecho respirar de alivio a las autoridades baleares por la presencia de los Reyes, ha vuelto a llenar de dirigentes del PP a Marbella y ha obligado a unas docenas de reporteros catalanes a hacer indagaciones sobre el paradero del que ha dejado de ser muy honorable.
En Ribadumia esperan a Rajoy, que sudará la camiseta mientras trepa con el marido de Ana Pastor hasta lo alto de la Armenteira. Hay que conocer aquello para saber lo duro de la subida, aunque lo compensa la vista maravillosa sobre la ria de Arosa. En Pontevedra se reencuentra con los familiares y amigos de siempre, pero no dice palabra sobre sus planes de septiembre, que según sus ministros van a a ser sonados.
Anunciará, con Fátima Báñez, medidas para desempleados de más edad y de larga duración, después de los planes para jóvenes. Y a pesar de que el PSOE no está por la labor, pretende hacer la reforma de la ley electoral para que los alcaldes y presidentes autonómicos salgan de las listas más votadas, aunque con correcciones. No será de forma automática, sino en función del reparto de concejales o diputados autonómicos. Pero desde luego gobernará quien se quede a muy poco de la mayoría absoluta.
Habemus polémica, pero Rajoy está decidido a llevar adelante esa reforma.
Pilar Cernuda