¡Por fin¡ Por fin, alguien respetado en el planeta económico y que está al margen de las banderías políticas españolas ha dicho en voz alta lo que muchos llevamos pensando hace tiempo: la política fiscal no es la opción ideal para impulsar el desarrollo económico. Puede ser un complemento, pero nunca la panacea. Ha sido Ángel Gurría, secretario general de la OCDE, que no es una organización trotskista ni una franquicia de Podemos. Al analizar los datos de la economía española y cruzarlos con los de los países de nuestro entorno, el responsable de esta institución internacional dedicada a la cooperación y el desarrollo económico advierte que sin consumo no hay recuperación o es muy lenta.
Desde fuera de España nos observan y constatan que el empobrecimiento de las clases medias y media bajas –laminadas por los impuestos– está siendo un error. Desde fuera nos dicen, también, lo que los españoles que pagamos impuestos sabemos mejor que nadie: la política fiscal del ministro de Hacienda se ha cebado con los profesionales, con los funcionarios y con los propietarios de las pequeñas y medianas empresas que no tienen gabinetes de juristas y fiscalistas especializados en ingenierías financieras y por lo tanto no pueden burlar al Fisco. Desde la OCDE le dicen a los señores Montoro y De Guindos que exploren otras vías. Más impuestos a la propiedad de bienes inmuebles, a las emisiones de carbono, al consumo, incluso que suba el IVA. Pero –si se me permite la expresión– les dan un buen capón al recomendar que revisen la fiscalidad de las SICAV, las sociedades de inversión de capital variable ¡que tributan al 1%! y son como huchas blindadas contra el oleaje de la crisis.
Un chollo fiscal que solo está al alcance de quienes disponen de un mínimo de tres millones de euros y de ahí para arriba. Próceres patrios tenemos que tienen dos o tres SICAV. Serán legales, pero la falta de equidad, la injusticia, incluso, que supone la existencia de estos agujeros negros fiscales para quienes pagamos impuestos por encima del 50% de nuestros ingresos es tan lacerante que se hace insoportable. No ignoro que de semejante abuso no se puede responsabilizar en exclusiva del Gobierno Rajoy (PP), porque estos paraísos fiscales legales nacieron y se han perpetuado bajo gobiernos del PSOE. Hasta el día en el que no acabemos con todos los escaqueos fiscales –algunos de ellos legales–, el lema de que Hacienda somos todos seguirá siendo un sarcasmo.
Fermín Bocos