miércoles, noviembre 27, 2024
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«El regreso del Lobo»

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La cautela nunca está de más, sobre todo después del gravísimo error que cometió en su día José María Aznar, metiendo a España de hoz y coz en la guerra de Iraq. Asi que primero el presidente Rajoy y ahora el ministro de Exteriores García Margallo, se muestran remisos a la participación de España en esa coalición que intenta poner en marcha Estados Unidos contra los asesinos fanáticos del Estado Islámico. Dicen que España estará con sus aliados pero lo dicen con la boca pequeña, sin comprometerse demasiado.

Sin embargo librar una guerra contra el Estado Islámico poco tiene que ver con lo que en su día fue la guerra de Iraq. Aquella se montó sobre patrañas, las inexistentes armas de destrucción masiva, pero ésta, si es que al final se libra, tiene la razón de ser de frenar a un ejercito de asesinos que van sembrando el horror por donde quiera que pasan.

Y mientras esto sucede cae en mis manos un libro que nos transporta a las arenas del desierto, a los países del Golfo, a aquellos lugares donde el fanatismo puso el huevo de la serpiente. Se trata de «El regreso del Lobo» de Fernando Rueda, una historia novelada que tiene como protagonista a aquel espía que se infiltró en ETA y al que llamaban el Lobo. Según el libro de Rueda, el Lobo andaría por Dubai, por tierras donde la vida y la muerte tienen otro valor, otro precio, que en Occidente.

Leyéndolo pienso que este libro es como un juego de espejos donde lo que es realidad parece ficción y lo que se cuenta como ficción es realidad.

Nadie sabe tanto de espías como Fernando Rueda, de manera que no es extraño que él sepa contar con maestría historias que tienen como protagonistas a los hombres que se mueven en las sombras.

Historias como ésta que cuenta Fernando Rueda ayudan a comprender como es la sociedad en aquella parte del mundo donde los valores son otros y donde tras las engañosamente apacibles arenas doradas del desierto bulle la violencia, una violencia que enfrenta a chiís contra sunies, y que esa lucha la han trasladado a todos los rincones del mundo donde además, ambos enemigos tienen otro enemigo común que es Occidente.

La verdad es que leído el libro queda una sombra de inquietud, de desconcierto, incluso de temor. «El regreso del Lobo» no es solo la historia de un espía del que los periódicos nos dieron cuenta años atrás, es algo más, es un retrato inquietante de lo que pasa al otro lado del espejo, donde los espías, los intereses de las potencias, los fanáticos y los asesinos, forman un todo que estremece.

Tengo que preguntarle a Fernando Rueda donde acaba la ficción y comienza la realidad, o quizá sea al revés, si es que hay algo de ficción en ese relato tan real.

Julia Navarro

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