A este paso ya no va a hacer falta ni ir al médico ni tan siquiera a visitar a sus sustitutos populares, los farmacéuticos. Una horita matinal de televisión y… a tomarse lo que los tertulianos políticos nos receten. Si antes decían que los individuos con esa vitola parecían saber de todo, aunque en realidad no supieran de nada, ahora poco más o menos que son eminencias en cualquier materia.
Dos de estos «genios» son Tania Sánchez y Eduardo Inda. La política de Izquierda Unida, que ha conseguido la popularidad que tanto quería desde que es la pareja sentimental de Pablo Iglesias, y el periodista de 'El Mundo' que está teniendo ahora, con tanta aparición televisiva, el mismo protagonismo que tuvo cuando era director de 'Marca' (recibe tantas críticas ahora como entonces), de momento se recetan mutuamente, pero no descarten que en cualquier momento puedan hacerlo con los telespectadores que llamen a los platós a los que acudan.
Los dos estuvieron este jueves en 'El Programa de Ana Rosa' (sí, en este espacio, aunque algunos no se lo crean, también hay tertulia política), y lo mismo hablaron del ébola y de la labor que está llevando a cabo el Ministerio de Sanidad que de las tarjetas de Caja Madrid. Sus compañeros de mesa eran el periodista Javier Ruiz y el sociólogo Javier Gallego, pero eso era lo de menos. La presentadora ya sabía que con contar con la «parejita» el éxito estaba asegurado.
Inda, que sabe que basta con «pinchar» un poco a su oponente (pero en el buen sentido, no en el de Amador en 'La que se avecina'), para que ella salte, la dijo en un momento dado que «es importante que no te enfades todos los días, Tania. Ven algún día no enfadada».
A partir de ahí, mientras Tania decía «¡No queréis escuchar!, ¡No queréis escuchar!», haciendo ese papel de mártir que tan bien les sale a los políticos de izquierdas, Inda le decía eso que tan bien hacen los periodistas de derechas, «no nos dejas hablar a los demás, coges el balón y te lo quedas para ti sola, eres una egoísta».
Esa fue la gota que colmó el vaso, y cual María Patiño con la vena hinchada, la política sacó a relucir ese instinto de denunciar cosas que sólo saben los de izquierdas y le dijo que «no hablemos de egoísmo, quien está negociando según qué despidos, pero ahí lo dejamos…». Ni Inda, que preguntó «¿cómo?», ni nadie de la mesa, ni ningún telespectador, sabía al parecer de qué hablaba, y por eso éste le hizo la primera recomendación médica, «Tania que se tome un lexatin para que se tranquilice».
A la chica, por supuesto no le sentó nada bien el dictamen, «yo estoy super tranquila, lo que no voy a admitir es que digáis cosas que son mentira» (¿alguien más hacía dueto con Inda y ni una servidora ni nadie más se enteró?), y mucho menos que el periodista insistiera en que «Tania, toma lexatin para venir más tranquila».
Ahí fue donde salió su vena farmacéutica para decirle «¡Toma viagra tú si quieres!«, como si tuviera conocimiento de algún problema sexual de Inda al que sólo pueden tener acceso tertulianos como ella, no el resto de mortales.
Eso sí, este no le soltó ninguna grosería ni, sobre todo, manifestación machista que le habían dejado «a huevo», y volvió a insistir en que «¡que le den una caja de lexatin, no uno, porque no deja hablar!». Pues que se tomen los dos lo recomendado. Así cuando menos nos libraremos de verles una temporadita en TV, ya que una estará más quietecita que Messi en los entrenamientos del Barça, y el otro más excitado que Cristiano cuando Irina Shayk le hace un pase personal de los modelitos de lencería que promociona. El frío y el calor que ahora padecemos en la calle.
La mosca