La expresión «esto es un despelote» ha dejado de ser en televisión sinónimo de «cachondeo». Con la llegada de 'Adán y Eva' ha vuelto a recuperar el significado que siempre debió tener, el de ver a todo el mundo en pelota picada, como su madre o Dios les trajo al mundo (en función de la religiosidad de la persona en cuestión), en «cueros» o simplemente desnudos, sin ropa alguna.
Existía la duda de si los españoles estaban hoy en día más salidos que en la «época del destape», cuando en la Transición política comenzó a desaparecer la censura franquista y a aparecer desnudos integrales de mujeres y, en menor medida, de hombres. Viendo las audiencias del programa de Cuatro se puede deducir que, como mínimo, están casi en el mismo grado de excitación o de necesidad.
Que casi tres millones de personas se quedaran viendo a dos mujeres y dos hombres desnudos (el estreno de entretenimiento más visto en la historia de Cuatro, incluido ese casi 15% de cuota), en vez de series como 'Hermanos' o 'Velvet', o las películas 'Dredd' (La Sexta) o 'REC' (La 2) o cualquier otro producto de la TDT o charlando o «intimando» con la parienta o «pariente» con la TV apagada, casi podría llevar a pensar que incluso estamos peor que entonces.
Los individuos que vieron 'Adán y Eva' (las moscas no contamos) lo hicieron por ver «cacho», por comprobar si los cámaras iban a estar tan salidos como ellos y les iban a enfocar a los concursantes a sus partes. No por descubrir cómo eran interiormente esos cuatro concursantes. Con haberles escuchado un minuto ya habrían cambiado de canal.
Y es que, como suele ocurrir en espacios de este tipo, a estos sujetos dan ganas o de estrangularles, incluso para ejercer de médicos y curarles ese problema que tienen al hablar (ni en la calle Serrano se podría encontrar a señoritas, por llamar algo a éstas, con ese «deje pijeril» al pronunciar), o de expulsarles directamente del país, para que dejen de reducir a la mínima expresión el nivel cultural del mismo.
«Perlas» como «Adán y Eva son el primer fascículo de la Biblia», «¿qué significa polivalente?», «yo busco en un hombre el good looking, que sean guapos y con las bambas limpias, que las pasen a diario el cepillo«, «yo de arte sé poco, pero sí leo libros de Dan Brown donde cuenta cosas de Da Vinci y eso» o confundir el río Manzanares con una fruta, «desnudan» realmente a estos sujetos.
Claro que tampoco se podía esperar más escuchando en las presentaciones cosas como «quiero que mi Eva huela bien, eso es fundamental, yo huelo a hombre», «cuando me miró al espejo pienso en lo guapa que soy, me considero un bellezón» o «estoy muy orgulloso de mi miembro viril”. Nosotros no estamos orgullosos de ninguno de vosotros.
En las redes sociales ya se aboga porque Mónica Martínez, la única con «luces» del reparto de este programa, salga también desnuda en próximas entregas. ¿Qué demonios hace una persona vestida en una playa nudista como esa?
Yo también preguntaría el por qué no sale todo el mundo en pelotas en todos los concursos o magazines de televisión. Si las audiencias de 'Adán y Eva' se mantienen (que lo dudo), con el público fiel que contarían las cadenas y la de dinero en vestuario que se ahorrarían seguro que más de un directivo ya se lo está planteando. ¿Se imaginan a todos los de 'Gran Hermano' en pelotas todo el día, restregando sus traseros por los sofás de la casa? ¿Y a los de 'Mujeres y Hombres y Viceversa'? ¿Y a los de 'Sálvame' o '¡Qué tiempo tan feliz!'? Ya les he hecho vomitar. Perdón.
La mosca