Reconozco mi admiración por Margarita Robles. Esta juez del Tribunal Supremo, que no se casa con nadie, que siempre va de frente, y cuenta con el respeto de amigos y adversarios, que en su dilatada vida pública siempre ha tenido un comportamiento ejemplar, acaba de poner los puntos sobre las «ies» tanto al Tribunal de Cuentas como al actual Presidente del CGPJ, por si acaso.
Y es que el Tribunal de Cuentas acaba de concluir la fiscalización de los gastos del CGPJ en el 2010 y ha concluido que ha hubo poco control en los gastos de protocolo y representación. Según el informe los gastos efectuados por los miembros del Consejo alcanzaron los 517.082.64 euros. En esa fecha Margarita Robles era miembro del CGPJ, y por cierto defendía, como lo ha seguido haciendo, que los miembros del Consejo deben de comparecer en el Parlamento para detallar todos los gastos que realizan.
Por eso ha escrito una carta pública en la que detalla sus gastos durante ese periodo. Sorpresa. La señora Robles gastó «0» euros en gastos de representación o protocolarios. Sí, «0» euros. Nada. Lo ha querido dejar claro por si acaso. También ha detallado los siete viajes que hizo como miembro del Consejo del Poder Judicial, asistencia a cursos, reuniones de jueces, tomas de posesión de magistrados, etc. Siete viajes que alcanzan la cifra de 3.723,8 euros, todos efectuados en «turista» ya fuera tren o avión y todos ellos por motivos de trabajo y en representación del Consejo. Asistir a Barcelona a un curso le costó 288,83 euros. Ir a Granada a una reunión de la Comisión Permanente del CGPJ 344,37, asistir en Bilbao a la toma de posesión de un cargo judicial 343,83, en Burgos se gastó 92,11 euros durante su asistencia a una reunión de jueces decanos, el viaje a Bilbao para asistir a una reunión de asociaciones judiciales costó 564,78, la asistencia en Barcelona a la Escuela Judicial para la entrega de despachos de los nuevos jueces 288,83, asistir en Melilla a las jornadas «Enrique Ruiz de Vadillo» costó 820,07, su participación en Santander en la Universidad Menéndez Pelayo 613,99,y asistir en Valencia a una toma de posesión de un cargo judicial 366,99.
Con la publicación de sus cuentas como miembro del CGPJ queda clara su austeridad y su enorme respeto por el dinero público.
Su gesto debería de ser imitado por el resto de los consejeros, los de antes y los de ahora.
Los ciudadanos tenemos a derecho a saber en qué se gastan los cargos públicos el dinero de nuestros impuestos. La única manera de que la ciudadanía vuelva a recobrar la confianza en las instituciones y el respeto por los cargos públicos es que estos hagan un ejercicio de transparencia dando cuenta de todos y cada uno de los gastos que efectúan en función de su cargo.
Margarita Robles ha vuelto a dar ejemplo de transparencia, de cómo se debe de comportar un cargo público, alguien que esta al servicio de la sociedad y por tanto debe de rendir cuentas sobre todo lo que hace ante la sociedad. Sería de desear que cunda el ejemplo.
Julia Navarro