Ya lo han visto ustedes. Después del famoso 9-N ha vuelto a amanecer en Cataluña como en el resto de España. Eso ha conllevado que los catalanes sigan siendo españoles, que los que trabajan en Cataluña sigan cotizando a la Seguridad Social española y que los jubilados catalanes seguirán cobrando sus pensiones de las arcas españolas. También que el Barça y el Espanyol seguirán jugando en la primera división española, que es la mejor liga futbolística del mundo dicho de paso.
Pudieron votar entre otros Bob Esponja, Elvis Presley, Cristobal Colón o el Conde Drácula
No hay duda, que para el señor Mas y para los miembros de su Gobierno habrá sido ese nueve de noviembre un gran día y exitoso porque pudieron votar entre otros Bob Esponja, Elvis Presley, Cristobal Colón o el Conde Drácula. Todo ellos se habían acreditado correctamente en el censo de la estelada, y que sus andanzas electorales y sus votos han sido seguidos por una gran expectación mundial. La pena es que no haya imágenes de tan célebres y distinguidos personajes emitiendo el voto en la urna, perdón, caja de cartón establecida para la ocasión.
Como parte del género de opereta bufa y de charlotada, tengo que reconocer que no ha tenido desperdicio todo este proceso. Desde sus orígenes emotivo-folklóricos donde el señor Mas y sus acólitos han quedado sobradamente retratados y desprestigiados, pero a la vez desgraciadamente para nuestra Nación española, su desprestigio es el desprestigio de una parte de España, donde hoy los gobernantes catalanes son el hazmerreír de la opinión pública y mediática nacional e internacional.
Me imagino que los señores Mas y Junqueras ocultarán la desazón y el hundimiento de su moral, cuando no hayan visto al cierre de las urnas de cartón de su consulta estelar y estelada, que ni en la Casa Blanca haya salido Obama a hacer declaraciones sobre tan magno acontecimiento
Me imagino que los señores Mas y Junqueras ocultarán la desazón y el hundimiento de su moral, cuando no hayan visto al cierre de las urnas de cartón de su consulta estelar y estelada, que ni en la Casa Blanca haya salido Obama a hacer declaraciones sobre tan magno acontecimiento. Ni en el Eliseo, el presidente francés Hollande haya llamado urgentemente esa misma noche a los medios de comunicación para valorar este evento mundial organizado por el Gobierno de Cataluña. Ni que tampoco haya salido nadie a celebrarlo y comentarlo desde los gobiernos de Alemania, Reino Unido, Italia, Rusia, Japón o China entre otros países.
Desagradecidas naciones, pensarán los actuales gobernantes secesionistas catalanes, especialmente por la reacción de olvido que han tenido con esta gran jornada de consulta. Desagradecidas por todo lo que se ha hecho desde el Govern de Catalunya por las naciones más importantes del mundo. Dónde durante años se han desplazado los mandatarios nacionalistas catalanes con ostentosos viajes pagados, por supuesto, con los impuestos de todos los catalanes para desplegar de esa manera toda la artillería diplomática catalana. Dónde además, se les ha obsequiado colocándoles casals y embajadas catalanas para estrechar lazos fraternales.
Así se lo han pagado estos ingratos, y por si fuera poco, tampoco les ha salido bien el segundo plan de reconocimiento internacional, el cual era más modesto. Tampoco les han correspondido a los secesionistas catalanes ni Burundi, Fidji o la Republica de Vanuatu como les cabía de esperar…. Es lo que hay.
Cuando todo ha pasado ya y se hacen todas las valoraciones habidas y por haber de lo que era en un principio un referéndum, que pasó a consulta y que terminó en proceso participativo según sus organizadores, reconozco que hay una persona que puede volver a llorar a moco tendido. No es otro que Oriol Junqueras, de llanto fácil. A quién se le puede unir en el sollozo el Presidente de la Generalitat, Artur Mas, porque todo lo que ha acontecido es para llorar y no parar. Ya que los lideres independentistas catalanes están solos y ahora que se atengan a las consecuencias del golpe secesionista que han dado, donde la justicia debe inmediatamente actuar contra los organizadores de esta farsa por desobediencia, prevaricación, desacato, malversación y por poner en jaque a la democracia española.
Carlos Iturgaiz