Como estaba cantado, la temporada comienza al rojo vivo, con las cifras del paro, con el informe tremendo del fiscal del Tribunal de Cuentas, con las amenazas alemanas a Grecia… Qué buena noticia la bajada del paro si la creación de empleo no se apoyara en los contratos temporales y a tiempo parcial. El manejo de las cifras por el Gobierno y sus medios afines es espectacular, aunque al borde de caer en lo ridículo. ¿Pero estamos mejor o peor en ese tema que cuando el PP llegó al poder tres años atrás? Pues estamos peor, incluso si diéramos por buenas las cifras manejadas con tanta alegría. Lo que pasa es que la gente ya no se cree esas cosas como tal vez se las creía en el pasado y eso puede ser fatal para el Gobierno y su partido, que todavía sueñan con mantenerse en el poder (nacional y territorial) en mayo y en noviembre.
Y en ese sueño trabajan siempre, como ahora mismo con sus desbordadas predicciones sobre las desgracias de Grecia si los rojos de Syriza llegan al poder a finales de este mes, desgracias que contagiarían a los rojos de Podemos y los españoles se asustarían y votarían luego al PP en lugar de hacerlo a los rojos. La cosa viene de la desvergüenza germana, con sus amenazas a los griegos, aunque el asunto se les estropea a los de Berlín y a los de Madrid con esa radical negativa de los poderes de Bruselas, que rechazan de plano lo de la salida o expulsión del euro de los griegos. ¿Será que la Comisión Europea se ha acordado de que la democracia exige que se deje en paz y en libertad a los países miembros para que voten sin amenazas ni coacciones antidemocráticas? Será tal vez, lo que constituiría una alentadora noticia.
Yo que ellos, me refiero al PP, me preocuparía un poco más por el informe del Tribunal de Cuentas en lo que les atañe y por el interminable río de noticias malas en torno a la corrupción en su seno. Hay para todos en el informe, pero el PSOE asegura que aclaró la denuncia y que esta se archivó, mientras que en el PP afirman que colaboran con el Tribunal pero que desconocen absolutamente el contenido del documento. Y así estamos. Los próximos días y semanas conocerán un increscendo del rojo vivo que no se va a poder aguantar. Pero que conste que a mí, aunque me interesa mucho, la verdad es que no hasta el punto de que me divierta. Os lo juro.
Pedro Calvo Hernando