Lástima que ya esté grabada y producida en su totalidad. De no ser así todavía podría salvarse 'Alatriste'. Más escenas de cama y más desnudos de Natasha Yarovenko y la serie no tendría rival. Sin las imágenes de sus tetas y su trasero cada cinco minutos resulta difícil augurarle un buen futuro a esta producción.
Poco importa que nadie se crea que una ucraniana, con su marcado acento ruso, puede dar vida a una andaluza como María de Castro o el mal lugar en que han dejado a las actrices españolas si no han sido capaces de encontrar una para ese papel, a no ser que todas se hubieran vuelto tan pudorosas como para negarse a salir tantas veces sin ropa.
La ucraniana ya había demostrado en 'Habitación en Roma' que a ella no le importa en absoluto lo de aparecer en pantalla más tiempo desnuda que vestida, e incluso que de esa guisa se puede lograr el reconocimiento no sólo de los salidos o salidas de turno sino también de la crítica, como ésta dejó claro al ser nominada al Goya a la Mejor Actriz Revelación.
Lo suyo ya fue una revelación para todas entonces y ahora nos ha dejado una vez más con los ojos a cuadros mostrándonos con generosidad su cuerpo, del que puedo dar fe que sigue casi igual que en pantalla, pese a haber dado a luz un bebé hace apenas cuatro meses.
Ella, y sólo ella, podría ser la salvación de una serie que era una de las grandes apuestas de Telecinco para esta temporada y que puede terminar peor que 'Piratas'. Volver a montarla, e incluir un desnudo tras otro de Natasha, o en su defecto de la siempre inigualable Patricia Vico, o, ya como tercer plato, de una Lucía Jiménez que todavía está de buen ver, podría hacer subir unas audiencias que a las primeras de cambio han dejado claro que la propuesta en sí no cuenta con el beneplácito del personal.
Ya dejaba entrever en este mismo periódico el mismísimo Aitor Luna, mordiéndose la lengua, que de superproducción tenía poco, salvo los magníficos estudios en los que se había rodado. La mano de obra barata de Budapest no es sinónimo de grandeza ni de despendole presupuestario. Ni José Manuel Lorenzo es Steven Spielberg, ni tan siquiera Samuel Bronston, ni Vasile habría pagado una millonada por una adaptación literaria que en su estreno en la gran pantalla había sido un fracaso.
Aunque ni el escritor quería que sucediera, o incluso dice todavía que no ha sucedido, lo cierto es que 'Alatriste' va camino de convertirse en una copia de 'Águila Roja', aunque con más ínfulas que ésta. Lo malo es que el «ninja» ya se ha hecho con multitud de fieles y al «capitán» parece que se le van a ir yendo, semana tras semana, los pocos que ha logrado atraer en su debut.
Sólo si le dieran el protagonismo absoluto a Natasha Yarovenko, por delante del mismísimo Aitor Luna, que dicho sea de paso es uno de los pocos que se salva de esta endeble propuesta (por no decir cosas peores), se podría aspirar a captar más espectadores. De lo contrario resulta difícil que se termine emitiendo en su totalidad en Telecinco. Si no se puede rentabilizar la inversión económica al menos no perder más cuota de cadena, sobre todo teniendo otros canales a los que la espada de 'Alatriste' puede hacer cicatrices menos dañinas.
La mosca