Lo hace tan bien mi amiga Nuria, con su diario del 'Gran Hermano VIP', que estaba yo tranquila volando por ahí, disfrutando de un merecido descanso, dispuesta a no entrar al trapo, como si ese programa no existiera. Mi gozo en un pozo. Mi salud es lo primero y me hubiera envenenado si me hubiera seguido mordiendo mi lengua viperina.
Hasta ahora sólo tenía clara una cosa, que Olvido Hormigos no tiene que salir expulsada este jueves. Desde este miércoles también deseo que la que salga de esa tienda de deportes en la que se ha convertido la casa, por la cantidad de pelotas que hay dentro, sea Belén Esteban. Y rapidito.
Todos ganariamos, aunque los amantes de 'Sálvame' y fans de la «princesa del pueblo» no compartan esta teoría. Me explico. Los que no entramos en la categoría anterior nos ahorraríamos las ordinarieces, groserías y gritos de la madre de Andreíta. Los segundos podrían regocijarse de que su heroína se encontrara por fin con su amada hija y su servil Miguel, el que le quita los zapatos todos los días, y de paso podrían disfrutar realmente de un concurso de televisión.
Podríamos ver por ejemplo el otro esperado enfrentamiento, entre Laura y Kiko, que siguen desempeñando los papeles de criada y señor aunque ya se terminó aquella prueba (ella, según sus compañeros, le sirve la comida el primero y le llena el plato más que a nadie). O a Ylenia y Fede echando un polvo sí y otro también cada día. O si lo echan Coman y Olvido. O a Ares en su faceta de chica buena y no sólo en la de Cruella de Vill que lleva desempeñando desde que Belén la llamó a sus filas. O escuchando las predicciones de otra galaxia de Sandro Rey. O los improperios de Aguasantas hacia la que fuera desde 'Sálvame' principal defensora del hijo de Raquel Bollo, en vez de sus llantos como una Magdalena cada vez que va al confesionario. Del torero ya no espero nada, salvo que se enrolle con Víctor Sandoval (eso tampoco tendría precio).
De seguir la ínclita, y salvo pucherazo, Belén, que ahora mismo ocupa el 80% de las imágenes y comentarios de los resúmenes diarios de Telecinco, sería la ganadora sí o sí (si ganó '¡Mira quién baila!' sin saber moverse correctamente, imagínense en un espacio en el que todo lo que tiene que hacer es hablar y ser ella misma).
Pero es que además sería de justicia que se fuera. Vuelvo a explicarme. Si Los Chunguitos están en la calle por racistas, homófobos y mofarse de un perro que ladraba abandonándole en una gasolinera, Belén debería seguir sus pasos, ya que ha sido igual de racista, ha sido machista y se ha reído en la cara de una concursanta, con todo tipo de improperios hacia ella.
Comentarios como «Coman no sabe ni hablar» o «no voy a dejar ni que tú ni que Kiko coja una fregona y limpie, porque aquí hay tías que lo pueden hacer«, avalan las dos primeras teorías. De la tercera hay mil y un ejemplos, desde peinetas a «me pongo a puerta gallola y la digo jódete», por no decir casi blasfemias como «pido a Dios y a la Virgen que echen este jueves a Olvido de la casa».
Vamos, sólo le ha faltado darle un par de guantazos con sus esbeltos brazos (dice que ha perdido peso con su «planing» de estar tumbada todo el día en un sofá) para demostrarla quién es la jefa ahí dentro. No es de extrañar con todo ello que, bajo la etiqueta «#TodosConOlvido», los usuarios de las redes sociales se hayan movilizado para apoyar a la exconcejala.
Tampoco vamos a pedir desde aquí que la Esteban cumpla su promesa de que «si el jueves no sale la Hormigos de la casa yo me muero», porque no somos tan malos como ella, pero sí que cumpliera otras afirmaciones en el sentido de que con ella dentro no podía seguir.
Si consigue que la paguen esos 30.000 euros que parece que realmente cobra por semana, aunque esté fuera, seguro que no tardaba ni dos minutos en salir de allí a la carrera para abrazar a su Miguel y su Andreíta. Todo sea porque, como dice la campaña de El Corte Inglés: «Te lo mereces. Y tú lo sabes».
La mosca