Los sociólogos que se dedican a hacer encuestas lo tienen claro: el PSOE no levanta cabeza.
Tiene merito salir a torear cuando la «afición» te empieza a dar la espalda. Sí, tiene merito Pedro Sánchez que día tras día sale a la plaza pública haciendo como que su principal adversario continua siendo el PP en vez de «Podemos».
La última encuesta del CIS situaba a Podemos por delante del PSOE, después del PP. Pero este fin de semana Metroscopia ha venido a amargar al PP señalando un posible triunfo de Podemos en las próximas elecciones generales y volviendo confirmar que el PSOE está en caída libre y que se puede dar con un canto en los dientes con ese tercer puesto que le auguran.
Lo cierto es que el PSOE y Sánchez no tienen otra opción que tirar hacia delante. Por más que en la familia socialista aumenten las voces de quienes creen que se equivocaron eligiendo al actual secretario general, y que son cada vez más los que miran a Susana Diez, es evidente que la presidenta andaluza no puede, al menos no todavía, dar ese paso adelante.
Primero tiene que ganar las elecciones andaluzas y gobernar, luego el tiempo dirá. La cuestión es si alguien va a atreverse a competir con Pedro Sánchez en unas primarias para hacerse con la candidatura a la presidencia de gobierno. Es lo que está por ver, y de nuevo hay que mirar a Andalucía porque todo dependería de Susana Diez. Si la presidenta andaluza se inclinara, cuando se celebren primarias, apoyar a un candidato, o candidata que no sea Sánchez, entonces el futuro de este sería más que incierto, pero si por el contrario le apoya como candidato, Sánchez podrá respirar tranquilo al menos durante una temporada.
El caso es que las encuestas no le auguran un buen futuro al PSOE y eso debería de llevar a Pedro Sánchez a reflexionar sobre en qué ha podido equivocarse.
Lo tenía todo, o eso parecía. Carecía de un pasado político donde hubiera sombras, parecía tener una experiencia laboral como la de tantos ciudadanos, incluso por haber pasado por el paro. Profesor de Economía, hablando inglés, joven y con fuerza y deseos para cambiar a su partido y volverle a poner en hora.
Sí, parecía tener todas las cualidades pero se equivoco en lo principal. No me cansaré de repetir que sus asesores de prensa e imagen le han hecho un flaco favor, sí, ahora le conoce la gente pero su imagen no es la de un político consistente. No basta con que te conozcan sino por qué y cómo te conocen. Y en segundo lugar le falla el equipo. Por último, hasta ahora no ha dicho nada que despierte el interés o el entusiasmo ni siquiera entre los votantes socialistas.
Por eso el PSOE aparece en tercer lugar en las encuestas, por eso Podemos le ha sacado la delantera, por eso el PP tiene a Pablo Iglesias como su principal adversario.
Es verdad que las encuestas no son una foto fija, pero sí reflejan una tendencia.
Yo estoy entre quienes creen que Pedro Sánchez aún puede corregir el rumbo, que puede intentar recuperar la confianza perdida de los electores. Pero no le queda mucho tiempo.
La encuesta de Metroscopia es demoledora: Podemos ganaría las elecciones, el segundo partido lo sería el PP, y el tercer lugar lo ocuparía el PSOE, a continuación Ciudadanos, Izquierda Unida y UPyD. Esa es la foto al día de hoy. Ignorarla sería un error.
Julia Navarro