La semana ha estado cargada de hechos y datos que han logrado que la bolsa española recuperara niveles previos a la crisis de Grecia. Las autoridades de ese país «han entrado en razón» y han aprobado ya dos paquetes importantes de reformas previas a la puesta en marcha del tercer rescate. Parece que esta vez las autoridades europeas se lo han tomado más que en serio y de hecho ya están en Grecia miembros de las instituciones europeas, el FMI y hasta el MEDE, hasta cuatro hombres de negro que revisarán y supervisarán con lupa la ejecución de las medidas aprobadas por el Parlamento heleno. Cierto que Tsipras se ha encontrado con la oposición de numerosos diputados de su coalición, pero ahí estaba la oposición para avalar que se cumpliera el mandato de la Unión Europea y por tanto la permanencia de Grecia en el euro. Ahora viene lo complicado y las dudas siguen presentes en muchas mesas de análisis. Pueden pasar años antes de que Grecia ponga en orden el país y pueda empezar a devolver dinero a sus acreedores. De momento y según palabras de nuestro ministro de Economía en el Congreso, tenemos ya que dar por perdidos 1.500 millones de euros del total de 26.000 que de momento los españoles hemos prestado a Grecia.
Una catarata de datos positivos se van sucediendo y acabarán reflejándose en bienestar y también en resultados y en avances bursátiles.
Parece pues que, al menos de momento, el efecto positivo o negativo de Grecia se ha difuminado. El IBEX no ha podido cerrar la semana en los 11.500 puntos, a pesar de haber logrado superarlos la semana anterior. Ahora otros asuntos tendrán que dar alas a las bolsas. El jueves se conocieron los mejores datos de ocupación en un trimestre desde 2005, la economía crece a tasas cercanas al 4 por ciento, el año turístico va de récord, el endeudamiento de las familias baja al 40 por ciento del PIB, ha subido espectacularmente el ahorro y también la inversión en planes de inversión y de ahorro. En fin, una catarata de datos positivos que se van sucediendo y que acabarán reflejándose en bienestar y también en resultados y en avances bursátiles, donde ya los españoles tienen invertidos más de 183.000 millones de euros. Lógicamente también los inversores estarán vigilantes a la presentación de resultados de algunas de las grandes empresas españolas y a los movimientos en Estados Unidos, una vez que más claramente se acerca una subida de los tipos de interés.
Carmen Tomás