No ha podido más. Trabajar en las condiciones que lo hace ella son inhumanas. El pico, la pala, el casco o la vagoneta (si tienen que empujarla) que puedan llevar los mineros no es nada comparado con lo de ella.
No hay mujer que soporte el tener que salir a un escenario soportando el peso de esos implantes que ella tiene, y encima tener que moverse y bailar con los mismos, arriba y abajo, abajo y arriba, como si le fuera la vida en ello.
Ylenia ha terminado agotada y ha dicho basta. La «choni» más conocida de España no ha aguantado el estrés que supone entrar en el mundo de la música, y los viajes, bolos, actuaciones o críticas que eso conlleva.
La de Benidorm no esperaba que cumplir su sueño musical llegase a ser tan duro, por lo que ha decidido cancelar sus bolos del mes de septiembre, tomarse un mes sabático para desconectar y superar ese estrés traumático.
Primero rechazó estar en 'MTV Super Shore', una especie de «mashup» de las distintas versiones del reality en todo el mundo y ahora confirma que necesita menos actividad laboral todavía. Más o menos lo que la pasó cuando salió de 'Gandía Shore'.
En aquel entonces decidió venirse a Madrid para aprovechar el tirón del programa y hacer más tele. Menos de un año después dejaba claro su decepción, «me ha venido muy grande este mundo de arpías y de gente falsa«, y se volvía a su pueblo a desconectar, a «hacer una vida normal».
La «normalidad» la duró poco ya que no tardó mucho en regresar y celebrarlo desnudándose para 'Interviú', algo que dijo había hecho por su familia, «hablando con ellos de la revista me reconocieron que publicaban sesiones muy bonitas, y como vieron que realmente me hacía mucha ilusión, me animaron a aceptar la portada».
Aquella fue la primera toma de contacto del personal con sus tetas recién operadas, algo que había justificado en base a que «cuando más delgada estaba más plana me quedaba«.
Por la misma regla de tres, y viendo que la chica ha perdido peso con tanto estrés, no sería de extrañar que volviera a celebrar su regreso con otro despelote para sus fans y, quién sabe, si con otro trasplante mamario que reafirmaran aún más sus senos (siempre se ha dicho que contra el estrés no hay nada mejor para una mujer que aumentar su talla de sujetador. ¿O no?).
A lo mejor hasta los de Lanzarote, de donde salió escaldada este verano (al menos por las críticas surgidas desde las agrupaciones de izquierdas del municipio), volvían a contratarla para ver si el implante había merecido o no la pena. Lo de menos será que cante. O que lo intente.
La mosca