El engaño es una característica de la especie humana. El engaño, que no la mentira, sin perjuicio del parentesco entre los dos conceptos. El engaño es imprescindible para la supervivencia de la especie humana inmersa desde sus orígenes en ambientes hostiles. La mentira es para deformar la verdad.
Engaño es el cebo para atraer la presa necesaria para alimentarse. Mentir es cuando el pescador falsea el tamaño y peso de su captura. O atribuirse como propio un recibo de lotería que nunca se tuvo. En Galicia unas 220 personas reclamaron recientemente la propiedad de un boleto extraviado después de que la Administración de Loterías y un Juzgado buscaran al dueño mediante un anuncio. Parece evidente que, si acaso, solo uno dice la verdad. El boleto esta premiado con cuatro millones setecientos mil euros….. ¡Buen cebo!
En Cataluña también hay mentirosos. Esto reflejan los datos demoledores que dan Jose Borrell y Joan Llorach en su libro “Las cuentas y los cuentos de Cataluña”, vetado por TV3, televisión pública catalana pagada por todos pero al servicio de Más y Junqueras. Borrell y Llorach evidencian las cuentas catalanas de la lechera que no salen porque los independentistas faltan a la verdad. ¡Trompicones a la vista!
Aseguran también que una Cataluña independiente no saldría de la UE y los catalanes tampoco porque ya están dentro y no se les puede echar. Nadie les echa, pero al coger la puerta se van tanto de España como de la UE. Dicen no entenderlo y que no es cierto pero como no son tontos es que estarán mintiendo.
En cuanto a los siete millones que viven en Cataluña, los separatistas anticipan una Cataluña independiente con seis millones de españoles ya que el séptimo millón son extranjeros residentes en el Principado. ¡Sorprendente! Parecería más bien que tendrían que optar por la nacionalidad de una Cataluña independiente, al menos los secesionistas. ¿Acaso Mas y los suyos pretenderían seguir viajando por el mundo con un DNI o un pasaporte español? ¿No tendrían la decencia de devolverlos para viajar con su nueva documentación catalana? ¿Se apuntarían también todos los votantes por la independencia en un Consulado español como residentes españoles en una Cataluña independiente? ¡Listillos!
Tras estas elecciones debiera prevalecer, en lugar del raca-raca habitual, la sensatez de un “Juntos por España” lo que exigirá esfuerzos a todos, en Cataluña y en el resto de España.
La doble medida de la llamada mentira piadosa habrá inspirado, quizás, la hipócrita instrucción de Volkswagen a sus automóviles: “contamina lo que quieras por las carreteras pero cuando te examinen en un taller pórtate bien”. Maravillas de las manipulaciones electrónicas. ¡Alemania se antoja ahora más humana!
Otro embustero es Roberto Deveraux, Conde de Essex, en la ópera de Donizetti recién estrenada en el Teatro Real. Sin decírselo a su Reina, Elisabetta, locamente enamorada del conde (que lo aprovecha para prosperar), amaba a otra mujer, esposa de su mejor amigo. Fatalmente acaba en el cadalso donde le cortan la cabeza. Por mentir y por falta de ingenio. Podría haberse defendido exclamando lo que aquel protagonista de un vaudeville del francés Feydeau acusado de seducir a la mujer de su mejor amigo: «¡No conozco a las mujeres de mis enemigos!». Elemental.
Asistieron a la representación inaugural de la temporada los Reyes. Ambiente más fino el del Teatro Real que el del vestuario de la selección española de baloncesto, campeona de Europa. No requiere un vocabulario que en boca de cualquier político habría sido criticado. Hace bien Felipe VI en apoyar la ópera y a las selecciones españolas. No como Fernando Trueba que nunca se sintió español, ni cinco minutos, y que, además, desea las derrotas deportivas y militares españolas. Alguna contradicción habrá en la azotea salvo que solo se trate de deslumbrar a la concurrencia. ¡Manda….!
Manuela Carmena, la Alcaldesa que, dicen, rechaza acudir a cenas oficiales en Palacio, acudió al Teatro Real para recibir a los Reyes. Lo de la ópera mola mucho. Muchas grandes ciudades, como Barcelona, Berlín, Londres, Paris o Nueva York, tienen escenarios para representar óperas. Se eleva el nivel cultural de la urbe y, con ello, se atrae dinero a la ciudad. Pero necesitan subvenciones.
Mientras, Rajoy va de trilero por la vida nacional. Rápidamente se mueven sus manos y las fichas. Aquí está una ficha que desaparece y, luego, vuelve a aparecer. ¡Magia potagia! Primero te quito la extra de Navidad en 2012, y te fastidias, vil funcionario, pimpampum habitual de cualquier recorte, lo que muchos aplauden, y luego te la devuelvo (con los “moscosos” requisados) justo antes de las elecciones. Eso no es, evidentemente, una mentira. ¡Solo una frescura de altos vuelos políticos!
Por cierto, acaba de editarse «La otra cara de Franco», del prestigioso historiador Ángel Viñas: hacerse rico parece factible si tienes la sartén por el mango…..
Carlos Miranda
Embajador de España
Carlos Miranda