En el PP temen al ciudadano Rivera pero intentan consolarse diciendo, y diciéndose, que el resultado de las elecciones en Cataluña no son extrapolables al resto de España.
Yo no lo sé, eso lo veremos cuando se celebren las elecciones generales allá por diciembre, pero sí que es evidente que el fenómeno de Ciudadanos va creciendo en toda España y que Albert Rivera aparece en todas las encuestas como el líder político más valorado. Por algo será.
También me parece evidente que Ciudadanos es un partido transversal por más que desde el PSOE quieran situarlo a la derecha y desde el PP aseguren que Rivera se siente más cómodo pactando con los socialistas que con ellos. Ciudadanos parece lo que antes entendíamos como un partido de «centro» y por eso muchos votantes del PP, hartos de este partido ven con simpatía al ciudadano Rivera. De la misma manera que votantes del PSOE no terminan de ver claras las propuestas de Pedro Sánchez tienen una alternativa que es Ciudadanos.
De manera que a mi me parece que Ciudadanos está arañando votos a derecha e izquierda porque tienen un discurso claro y un aire de modernidad del que carecen los dos grandes partidos y porque los votantes pueden darles su voto sin que eso suponga dar un salto en el vacío.
Ciudadanos está arañando votos a derecha e izquierda porque tienen un discurso claro y un aire de modernidad del que carecen los dos grandes partidos
Así que no me extraña que en el PP estén más que preocupados por el auge de Ciudadanos y que les ponga nerviosos el ciudadano Rivera.
Lo que indican las encuestas es que Ciudadanos se puede convertir en el arbitro una vez que se celebren las elecciones generales. Y es que las encuestas no auguran mayoría absoluta a ningún partido por más que tanto el PP como el PSOE parece que van a continuar en cabeza. En todo caso, ya sea uno u otro, necesitarán ayuda para gobernar, y es ahí donde Ciudadanos se va a ver cortejado por populares y socialistas pero nunca antes de que se celebren las elecciones.
Está claro que el próximo Gobierno será fruto de las matemáticas lectorales. Pero mientras llega ese momento al ciudadano Rivera la miran de reojo tanto Mariano Rajoy como Pedro Sánchez.
Julia Navarro