lunes, noviembre 25, 2024
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¡Todos contra Sánchez!

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Las democracias son regímenes de Opinión Pública, institución tan intangible como voluble por manipulable. Los medios de comunicación orientan el debate social a través de un instrumento que unas veces actúa con sutileza y otras no tanto. Hablo de la opinión publicada. Cada medio defiende sus intereses -y es legítimo que así sea- pero hay ocasiones en las que la forma de relatar la actualidad está  orientada  para provocar un determinado estado de opinión. Tenemos un caso de libro, por decirlo así, en la manera en la que algunos medios han presentado a Pedro Sánchez como perdedor del debate con Soraya  Sáenz de Santamaría, Pablo Iglesias y Albert Rivera. En un debate de candidatos, salvo meteduras de pata clamorosas o ignorancia manifiestas de hechos comprobables, es difícil objetivar quien es el ganador. El veredicto suele aparejar afinidad política o simpatía   hacia el señalado. Quiero decir que al proclamar vencedor, lo que se anuncia es una mera opinión tan valiosa o discutible como la contraria. La novedad traída por este debate es la coincidencia al declarar perdedor al candidato del PSOE por parte de medios y comentaristas afines al PP y quienes, caso de uno de los canales que organizó del debate, pasan por ser poco menos que mentores del líder de Podemos.

No estoy diciendo que Pablo Iglesias perdiera el debate, pero tampoco suscribiría la opinión contraria

Tengo escrito que Pedro Sánchez desaprovechó el debate al no «pasar» de las invectivas de Iglesias para centrar sus intervenciones en refutar los argumentos de la Vicepresidenta, pero dicho esto, a mi entender, no estuvo peor que Rivera o no metió la pata como, por cierto, sí lo hizo Iglesias al equiparar el histórico referéndum celebrado en Andalucía en 1980 con la consulta de autodeterminación  que reclaman los partidarios de la independencia de Cataluña. Pese a ello y pese al jardín en el que se metió al citar (mal) a Pricewaterhouse Cooper, en la Red, ha sido proclamada la victoria del candidato de Podemos. La creación (artificial) de opinión pública mediante el manejo de programas informáticos es una novedad que debería ser analizada con lupa pues tiende a desnaturalizar los hechos. No estoy diciendo que Pablo Iglesias perdiera el debate, pero tampoco suscribiría la opinión contraria. Llama la atención que en relación con el debate quede como verdad proclamada un victoria que no pasa de ser más que la opinión de sus partidarios o simpatizantes unida a la de quienes, para sorpresa de demócratas, justifican la  injustificable ausencia de Mariano Rajoy en el debate. Qué gran verdad aquella que proclama que la política hace extraños compañeros de cama.

Fermín Bocos

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