No sé que más le pueden decir desde Podemos a Pedro Sánchez para que éste acepte de una vez por todas que tiene más que difícil contar con los votos «podemitas» para convertirse en presidente de Gobierno.
La carta que el portavoz socialista en el Congreso, Antonio Hernando, ha dirigido a Podemos es un lamento fuera de lugar.
Tampoco sé que más le puede decir Pedro Sánchez a Mariano Rajoy para que se entere de que los socialistas no van a participar en ninguna gran coalición con el PP y menos para que Rajoy continúe siendo presidente.
socialistas no van a participar en ninguna gran coalición con el PP y menos para que Rajoy continúe siendo presidente.
A estas alturas del juego estamos donde estábamos, o Pablo Iglesias y los suyos se abstienen permitiendo un gobierno Sánchez-Rivera, o es el PP el que se abstiene. Habría otra combinación claro, la del PP con Ciudadanos, pero Albert Rivera sabe que no se puede permitir que Mariano Rajoy continúe siendo presidente del Gobierno porque eso supondría para él la perdida de confianza de sus votantes.
Eso sí, a mi me continúan asombrando las cosas que dicen los dirigentes políticos éstos días. Por ejemplo, a raíz del fracaso de las negociaciones entre el PSOE y Podemos, algunos dirigentes socialistas han arremetido contra Podemos (lógico) pero de paso han acusado a Rajoy de imposibilitar que haya un gobierno socialista. Mariano Rajoy es responsable de muchas cosas pero la verdad es que se me escapa en que es Rajoy culpable del fiasco de las negociaciones entre socialistas y podemitas.
Volviendo al meollo de la cuestión lo que nos espera a los sufridos ciudadanos es seguir contemplando el espectáculo de los esfuerzos ímprobos de los socialistas por ablandar a Pablo Iglesias para que les deje gobernar. Pero lo peor no es esto, sino que los dirigentes del PSOE no parecen terminar de comprender que amen del PP que es su adversario político por excelencia, Podemos también lo es.
Iglesias pretender desplazar al PSOE del escenario y quedarse con el santo y seña de la izquierda. Y está en su derecho en intentarlo.
¡Faltaría más!. Pero los dirigentes socialistas tienen una atracción por el abismo que les lleva a mendigar en la puerta de Podemos por más desprecios y desplantes que les den. Tratan de convencer a los ciudadanos de que ellos están haciendo todo lo posible porque no se repitan las elecciones pero eso ya nos ha quedado claro. Pero lo que chirría es la actitud mendicante del PSOE respecto a Podemos.
Lo peor es que si hay que repetir elecciones unos y otros nos volverán a bombardear con una nueva campaña electoral. En realidad se la podrían evitar, y así ahorran dinero (dinero de los contribuyentes claro esta) y energías. Pero como eso es como escribir una carta a los Reyes Magos, me temo que volveremos a ver a todos los líderes de tele en tele. Y si eso sucede es de esperar que los socialistas espabilen un poco y dejen de comportarse con tanto complejo delante de Podemos y sean capaces de plantar batalla y no dejarse arrebatar la hegemonía de la izquierda.
Por cierto es una pena que Alberto Garzón sobreactúe como lo viene haciendo lo que le pueden restar posibilidades para que los votantes de izquierda, hartos del PSOE y de Podemos, voten a Izquierda Unida.
La oportunidad de Garzón pasa por presentar un programa serio de izquierdas, sin radicalismos fulgurantes que son flor de un día en los titulares de prensa. Por ejemplo presentar una denuncia contra Mariano Rajoy por haber firmado junto con los otros 28 jefes de gobierno las recientes medidas para afrontar el problema de los refugiados, es sobre todo un brindis al sol que no conduce a ninguna parte. Pero esa es otra historia. La de hoy continúa siendo la de ayer.
Julia Navarro