Parece que la dirección de Podemos está dispuesta a mirar hacia Izquierda Unida lo que sin duda será motivo de satisfacción para Alberto Garzón que viene reclamando el entendimienton con los «podemitas».
La verdad es que Alberto Garzón viene haciendo todo lo posible para que Izquierda Unida pueda confluir con Podemos, tanto que ha dejado a su formación en los huesos.
La cuestión es quién puede aportar más a quien y yo diría que en estos momentos el beneficio sería mutuo. Izquierda Unida tiene un millón de votos que aportar y Podemos la fuerza de lo nuevo, así que una alianza entre ambas formaciones puede dar como resultado un aumento de los escaños de izquierda en el Congreso.
Una alianza entre ambas formaciones puede dar como resultado un aumento de los escaños de izquierda en el Congreso.
Claro que también hay que tener en cuenta algunas variables. Por ejemplo, Podemos ya no disfruta del «estado de gracia» de hace meses atrás. Es lo que tiene la acción política diaria. Pero aún conserva un importante caudal de confianza ciudadana.
En cuanto a Izquierda Unida aún conserva en su seno al viejo PCE, es decir a una militancia disciplinada y leal. Así que Podemos puede dar a IU el impulso que le hace falta e IU los votos que complementarían el poder de Podemos aunque eso sí, ese poder pediría que fuera compartido.
Habida cuenta de que es difícil que Pablo Iglesias de marcha atrás y por tanto llegue a un acuerdo que permita gobernar al PSOE, lo mas probable es que estemos en vísperas de elecciones y por tanto quiera resituar a Podemos para el «asalto a los cielos» que tiene en mente. Y ahí es donde IU tiene mucho que aportar siempre y cuando Iglesias no quiera fagocitarles.
Si Pablo Iglesias le da margen a Alberto Garzón para que este «venda» la confluencia con Podemos como un acuerdo entre iguales, entonces ambas formaciones unirán sus fuerzas, pero si Iglesias se empeña en minusvalorar a IU entonces el acuerdo se antoja difícil.
Será interesante ver como Iglesias y Garzón gestionan el futuro.
Julia Navarro