Hace unos días, leíamos que Fuenlabrada reclamaba un apeadero de Cercanías en el Polígono Industrial Cobo-Calleja. Y como uno es más de prevenir que curar, digo que toda apuesta por el transporte público, su ampliación y mejora es buena inversión, pero del mismo modo que cuando se plantean propuestas como esta se ha de pensar en el cuerpo entero y no sólo en el ombligo.
El lema debería ser “SE BUSCA” una propuesta ambiciosa de transporte público, pero no sólo para Fuenlabrada, sino también para Parla, Torrejón de la Calzada y Torrejón de Velasco.
De no hacerse así, manifiesto mi rotunda oposición a la construcción sin más, de un apeadero en el Cobo-Calleja, dado que se estaría añadiendo más tiempo al trayecto en tren de los ya de por sí castigados vecinos y vecinas de Parla, sin que esta ciudad y su gente obtenga con ello un solo beneficio.
Es más, la actual prestación de servicio de la C-4 empeoraría al introducir una nueva parada, máxime si tenemos en cuenta la inferior frecuencia de trenes de ésta con 6-7 minutos en horas puntos frente a los 3-4 y 5-6 minutos de la vecina C-5.
En consecuencia, sin una medida global y completa, absténganse de plantear medidas que perjudican a la misma ciudad. Ya está bien, oigan.
No obstante, este necesario y sano debate forma parte del incumplimiento absoluto del Plan de Infraestructuras Ferroviarias para Madrid (2009/2015), que recogía ampliaciones en las dos líneas de Cercanías sureñas, C-4 y C-5, pero que a día de hoy, nada o menos que nada se ha hecho.
Hoy, este incumplimiento hay que convertirlo en oportunidad, en oportunidad para los polígonos industriales de la zona, Cobo-Calleja, Los Gallegos, Los Borrachitos y García Rivera, y oportunidad de mejora para una ciudad, Parla, que sufre atascos continuos no sólo en la A-42, sino también problemas habituales en el servicio de la C-4.
Esta oportunidad pasa por cumplir con los objetivos del citado Plan, pero estudiando con seriedad y rigor, pues lo merece, la posibilidad de prolongar el Tranvía de Parla para dar esa cobertura tanto a los polígonos industriales en su parte norte, como en su parte sur el sur llegando al Hospital de Parla y los Torrejones.
Por estas razones, de cara a buscar soluciones, los Ayuntamientos de Parla y Fuenlabrada deberían plantearse una petición conjunta al Ministerio de Fomento y a la Comunidad de Madrid para la prolongación del tranvía parleño.
Sin lugar a dudas, con el coste de 150 millones de € que tenía el Plan de Infraestructuras Ferroviarias para llevar la C-4 al Hospital de Parla, Torrejón de la Calzada y Torrejón de Velasco, podría plantearse esta alternativa real, factible y potencialmente mucho más barata que beneficiaría a cuatro municipios.
Pensar en grande y no en chiquitito es clave para avanzar en el conveniente reequilibrio territorial del Sur de Madrid, y de Parla, la gran olvidada en particular. Y cambiar esto último debería ser una prioridad. ¿Pero será esta la prioridad del Gobierno Regional de Cristina Cifuentes o del Gobierno de España de Rajoy? Ya se verá.
Jesús Saiz