No se ha acabado Gran Hermano VIP, pero como si ya lo hubiera hecho. No se saben los nombres de todos los concursantes de Supervivientes, pero a nadie le importa ya. Y mucho menos los atentados de Rusia o Londres o cualquier otro sitio al que tengan en su punto de mira los terroristas del mundo. España está paralizada en estos momentos por… ¡La separación de David Bustamante y Paula Echevarría!.
Nadie sabía nada de ello, excepto este periódico y otra web que dio la exclusiva la semana anterior, pero ahora todo el mundo opina desde que El programa de Ana Rosa repitió este lunes lo que se sabía, que ya no vivían juntos y que su matrimonio lo iba a dejar. En estos casos de cotilleos varios parece que cualquier programa de Telecinco es la Biblia, que lo que se diga en ellos va a misa. Ya nadie duda, si lo han dicho ahí…
Por ese motivo, y pese a que ninguna de las dos partes ha hablado, pese a que en esa familia no hay una Anabel Pantoja que pueda contar los entresijos de lo que ocurre en su interior, todo el personal sabe ya los motivos de la separación y hasta el reparto de bienes que se va a producir en cuanto estén listos y firmados los papeles del divorcio.
Hasta, como en cualquier película de suspense que se precie, se sabe que el asesino de este matrimonio no es el mayordomo de turno sino la suegra de Paula Echevarría, o, lo que es lo mismo, la mamá de Busta, el albañil llorón de aquel mítico programa de Operación Triunfo. Mentira o no (no dejes que la verdad te estropee una buena noticia), ha bastado con que en un espacio de Telecinco se dijera que la actriz mantenía una mala relación con ella para que a la pobre mujer todo el mundo la haya echado ya las culpas de la ruptura. Si dicen que el cantante se había tirado por la ventana, desde el andamio más alto, o se había ahogado en las aguas de su San Vicente de la Barquera natal, el personal se lo hubiera creído, siempre y cuando se hubiera dicho en Telecinco.
Y es que fue precisamente en uno de los formatos de esa cadena, Mi casa es la tuya, donde el propio Bustamante comentó cómo se llevaban su madre y su esposa, «su relación es cordial. No son los mejores amigos pero se llevan de manera cordial«. No era palabra de Dios, pero sí de Bertín. Suficiente para los creyentes del mundo rosa. Los mismos que van más allá y comprenden por qué él les compró a sus padres una casa próxima a la suya en Madrid. Las cartas, según ellos, estaban ya sobre la mesa, y él sabía que ese iba a terminar siendo su hogar en un futuro. Desde el que iba a poder seguir viendo a su hija con frecuencia, lo quisieran o no los tribunales, en el único tema que tendrán que tratar éstos en este divorcio, dada la separación de bienes que dispuso la pareja hace tres años.
Daniela, la pequeña, no tendrá que elegir esta vez entre papá y mamá, sino entre mamá y abuela. Entre la mujer que le ha dado la vida y la 'asesina' que le impide seguir viendo a su papá en casa. Seguro que Telecinco la ayuda también a elegir con cualquier maquiavélica afirmación en uno de sus programas. Qué suerte tener un consejero así.
La mosca