Sigan buscando, porque yo no soy. No soy la enchufada de Ignacio González. Pero para explicar este enorme embrollo voy a ir poco a poco y con los hechos en la mano. Ya adelanto que, para ser enchufada, muy bien no me va, he cobrado, por mis apariciones en TVE, 300 euros en tres meses. Y me vienen bien.
Ignacio González ha sido mi rival político durante años en la Asamblea de Madrid, pero eso no quita que haya hablado con él, como con muchas personas con las que he coincidido en la Asamblea de Madrid y otros sitios. Yo salí de la política en mayo de 2015, con la dolorosa disolución de Izquierda Unida en Madrid por obra y gracia de Alberto Garzón. Y me quedé en paro.
Cuando me planteé mi futuro, pensé que la comunicación había sido mi vida en las últimas décadas y a eso pensé dedicarme, y en ello estoy. Tiré de todos mis contactos, como hace cualquiera que busca trabajo. Faltaría más. Tras un año y medio en paro, Joaquín Vidal me propuso que lo asesorara como adjunta en Estrella Digital.
Desde mayo de 2015, cuando ingreso en las filas del paro, consigo ser tertuliana de 13TV, alguna aparición en Telemadrid y poco más.
A finales de 2016 me puse en contacto con TVE – a través de José Antonio Sánchez- para ofrecer mis servicios de tertuliana-. El contrato fue firmado el 16 de Enero de 2016, por valor de 75 euros, tertulia. He participado, desde la firma del contrato, en 4 de ellas en el primer trimestre (16 de Enero, 17 de Febrero, 10 y 31 de Marzo). Cobrado: 300 euros en tres meses. Una quinta, el 21 de Abril.
Además de que me vienen bien los ingresos (un contrato de 75 euros, que dos veces al mes, hace 150 euros) , ya ven el patrimonio que he hecho tras una vida en la política, es una forma de difundir el periódico en medios más masivos, es una forma de darle visibilidad a Estrella Digital en medios con unas audiencias mayores. Así funciona esto.
Con Ignacio González, he hablado en varias ocasiones. Entre otras muchas cosas que supongo que habrá podido oír la UCO, le conté que había pedido trabajo en TVE. En una de las conversaciones –que es la que utiliza un medio rival para intentar desacreditarme y ponerme en el disparadero – él me pregunta si ya me han llamado de la tele y yo le cuento cómo va mi gestión. Ése es el enchufe.
El digital rival del mío usa otra conversación, que no tiene nada que ver conmigo ni con la mía, entre González y Zaplana, a quien no tengo el gusto de conocer.
¿Pedí información a Ignacio González? Por supuesto. ¿La información era para dar “hostias hasta en el cielo de la boca”? Pues claro, ésa es la función del periodismo, dar informaciones incómodas. ¿Me dio información Ignacio González? Muy poca. Tan poca, que no se tradujo en ninguna noticia que yo pudiera usar ni este diario, ni en ninguna de las tertulias a las que voy. Singularmente propongo al lector que coteje qué hemos publicado en este diario sobre el comisario Villarejo en los últimos dos años: nada. Y a favor o amparando a González: cero.
Respecto a los «compañeros» del sector que me han señalado con el dedo, sólo quiero decirles dos cosas: en primer lugar, darles las gracias por situarnos como competencia en este mundo digital que funciona a base de clicks (nos ha venido muy bien este empujón); y por otra parte, les sugiero que averigüen quién es realmente la enchufada de Ignacio González y Eduardo Zaplana, al que insisto no conozco.
Aunque me dedique a la información, no soy ni me considero periodista. Acudiendo a una tertulia por la tarde en el canal 24H de TVE una vez cada 15 días, o menos, difícilmente se “monta una redacción paralela”, ni se puede condicionar la opinión de nadie.
Me acusan de decir lo siguiente tras la detención de Ignacio González: “Que la Justicia actúe rápido y con rigurosidad”. Aparte del tirón de orejas por no decir “rigor”, no sé en qué supone esto una defensa de mi supuesto empleador.
Para que quede claro. No me ha enchufado Ignacio González, aunque seguramente la precariedad de mi economía hubiera hecho que lo hubiera agradecido mucho. He tenido encuentros con González y esto lo he contado en distintos espacios.
Si alguien pensaba que detrás de esta fábula había un «enchufe» con salario de cinco cifras, lamento la decepción. Compañeros, Libertad Martínez no es «la periodista que colocó Ignacio en TVE». Busquen en otro lado.
Libertad Martínez