Preguntas al estilo de «¿Actúo ahora o espero?» o «¿Cómo enfoco esta situación?» aparecen en varias etapas de la vida, porque la toma de decisiones muchas veces genera problemas en la ruta hacia nuestros proyectos personales y profesionales. Es cierto que nadie escapa a tales conflictos, pero podemos aprender a gestionarlos desde el autoconocimiento.
Nuestro objetivo será siempre reducir al mínimo la aparición de problemas, pero con el valor suficiente para abordarlos en cualquier circunstancia, creando y manteniendo el impulso, sin caer en la tristeza o en el bloqueo mental.
Los líderes aplican una visión total para observar los problemas integralmente. Un líder nunca debe verlos como una distracción, sino más bien como un factor estratégico para conseguir oportunidades. Como decía el científico Albert Einstein, «no podemos resolver problemas pensando de la misma manera que cuando los creamos».
Algunas personas nacen con una mente lógica, que les permite evaluar situaciones de manera rápida y determinar la mejor solución; pero, sin la práctica, su habilidad puede desvanecerse. Como decía Henry Ford, «la mayoría de las personas gastan más tiempo y energías en hablar de los problemas que en afrontarlos».
Una pregunta que siempre me hacen en las conferencias es cómo adoptar mejores decisiones y optimizar el año siguiente, para convertirlo en el mejor de nuestras vidas. Por ello, abordaré ampliamente el tema en el encuentro inspiracional En Cuerpo y Alma, cuyo quinto aniversario celebraremos del 8 al 12 de noviembre en la hermosa Riviera Maya. A la hora de resolver un problema, siempre aconsejo seguir un proceso:
-Obsérvalo y desgrana sus elementos
-Determina la causa
-Evalúa si puedes recibir ayuda de otras personas
-Elabora un plan, con soluciones a corto y largo plazo
-Aprende de la situación
Un buen líder aprende de sus errores y utiliza la experiencia para resolver problemas en el futuro. En esencia, un líder es un solucionador de problemas. Y también un gran previsor, porque se adelanta a las crisis.
Tomar el control nos ayuda a mantener la calma y a ver con perspectiva el problema, para plantear una solución. Los problemas nunca desaparecen del todo. Así que tenemos dos opciones: verlos como una fuente de dolor de cabeza o como el ambiente perfecto para permanecer innovadores y creativos. En nuestras manos está la decisión que puede resolverlos.
Ismael Cala