La principal preocupación de Juan Luis Cebrián en todo este proceso ha sido siempre la misma: blindar el futuro de las cabeceras periodísticas de Grupo Prisa, garantizar su futuro, su viabilidad y sobre todo su independencia.
Algunas fuerzas económicas de España, siguen pensando que controlar Prisa es lo mismo que controlar Isolux, Abengoa o Banco Popular. Por aquí comienza el error. Errores de juventud alentados por el que fue hasta hace poco Jefe de Estado.
Pero todos sabemos que controlar Prisa es tener argumentos de peso frente al gobierno de España, sea del PP o del PSOE.
En España, Grupo Prisa es sinónimo de El País, Cadena Ser y un largo etcétera de empresas que son representantes de Democracia, Independencia, Constitución, Concordia, Igualdad y un sinfín de valores que hoy en día más que nunca tenemos que recordar.
Todos piensan que pueden controlar un periódico, por el simple hecho de ser su propietario, pero la verdad es que no es tan sencillo.
No obstante, todo indicaba que Juan Luis Cebrián había cedido posiciones desde hace semanas con el fin de dar viabilidad financiera al Grupo, y Banco Santander con su Presidenta Ana Patricia Botín a la cabeza flanqueada por sus fiel Echenique y su tío Jaime Castellanos, por el candidato «oficioso» y el que fue su gran amigo hoy emerito, comenzaron a trabajar en el control desde su posición de accionistas minoritarios, y comenzaron a favorecer el acceso de Javier Monzón a la presidencia de Prisa. Se olvidaron de varias cuestiones fundamentales :
1° Que había accionistas a los que no se les había consultado el candidato ni pactado uno de consenso a pesar de tener más peso accionarial, principalmente el capital extranjero
2° Se ofreció como banco financiador de la ampliación de todos aquellos accionistas históricos , empezando por los Polanco y siguiendo por el propio Cebrián y pensó que ese capote era suficiente para amansar al astifino morlaco,
3° Marco una hoja de ruta en la que prometió a Cebrián una independencia editorial y una convivencia en el tiempo, que desde el momento primero sabía que no iban a cumplir, o sea estaban engañándole, y poco tardaron algunos accionistas levantiscos en advertirle de la traición, porque una cosa era matarle profesionalmente hablando y otra muy distinta engañarle y dejarle vivo, porque Cebrián es mucho Cebrián
4° No contaron que el Gobierno de España aún recuerda la trama urdida por el candidato Monzón en contra del Ministro de Defensa Morenes. Por no hablar de sus escándalos al frente de Indra.
Para el Gobierno Monzón es mucho menos de fiar que Cebrián, con quien se ha reunido en los últimos meses en varias ocasiones. El problema de Prisa ha de solucionarse como en el 77 se arreglo el futuro patrio.
El pobre Monzón salió muy digo a decir que no acepta el nombramiento por incumplimiento de lo pactado. El colmo. Demasiado pequeño para tanto traje.
Ahora que entre ellos se arreglen del ridículo cometido y le nombren Presidente de algún banco del grupo Santander como estaba previsto y que dejen de enredar.
Prisa y El Pais son algo mas que una cuenta de resultados.
José Luis Perez