Ciudadanos ganó las elecciones catalanas. Con 1.100.000 votos (25,3%) y 36 escaños (11 más que en 2015). No fueron más escaños al primar el sistema electoral español las regiones poco pobladas frente a los importantes núcleos urbanos. Una joven queja de Ciudadanos y de Podemos. Una vieja realidad. ¿Victoria unionista? Ningún líder separatista ha felicitado a Inés Arrimadas. ¿Por ganarles? ¿Por ser mujer? ¿Por no ser catalana “de verdad”? ¿Por mala educación? Por algo será…
Los tres partidos separatistas declarados obtuvieron el 47,5% del voto. Insuficiente para sus desleales propósitos y parecido a lo que tenían. Las CUP bajan de 10 a 4 escaños, pero pueden seguir condicionando otra unilateralidad ya que JxC y ERC consiguieron 34 y 32 escaños respectivamente. Suman los tres 70 (2 menos que en la anterior legislatura), estando la mayoría absoluta en 68. ¿Fracaso independentista? Veremos como lidian con sus prófugos, encarcelados y encausados, pero la Constitución debe prevalecer. ¿Podrán formar “Govern”? ¿Respetando la legalidad o atentando contra ella? El 155 seguirá disponible.
A pesar del reparto de guiños de Miquel Iceta al separatismo y al unionismo, solo sacó el PSC 17 escaños (uno más que en 2015). Iceta no supo mantener un rumbo unionista firme. Debe ser imposible para la doble naturaleza nacionalista y socialista del PSC en el que la primera parece prevalecer aberrantemente sobre la segunda.
PP y Comunes fracasaron. Al obtener el primero 4 escaños y 8 el segundo, perdieron, respectivamente, 7 y 2 escaños. Estos Comunes podemitas mantienen, sin embargo, una capacidad de bisagra. El PP quedó borrado del mapa catalán. ¿Puede C's borrarlo también del resto de España?
El Jefe de Gabinete de Mariano Rajoy, el catalán Jorge Moragas se va. ¡Xavier Garcia Albiol y Soraya Sáenz de Santamaría permanecen! El incombustible Rajoy pretende seguir en la Moncloa incluso otra legislatura. ¿Podrá ayudarle el PNV a aprobar los presupuestos de 2018? Podría llegar así hasta 2020, y eso que el PP, además de una corrupción no asumida políticamente por sus más altas instancias, suma incompetencia e irrelevancia en Cataluña.
El único que puede sonreír es Albert Rivera. Arrimadas ofrece a los unionistas un faro alrededor del que congregarse para resistir el persistente, irreflexivo, desleal, deshonesto y montaraz independentismo. El liderazgo unionista es de Arrimadas. ¡Iceta debiera votar Ciudadanos! Algunos más, como Garcia Albiol, también.
Pedro Sanchez estuvo bastante callado. Se subordinó a Iceta. Debe recuperar ahora las riendas de su partido. Mejor colegiadamente, con sus barones. El PSOE hizo su deber al apoyar el 155. A las órdenes de Iceta, Sánchez nada ha sacado. ¿Le ha pasado como a Zapatero con Maragall?
Según algún catalán, Cataluña no es lo mismo que Cantabria o Castilla y León. Cataluña sería «otra cosa». Por la lengua, naturalmente, y por “más cosas”. ¿Serán los catalanes originarios del Olimpo o de Marte? El Elíseo quebró hace siglos. Queda el planeta rojo. Los marcianos encajan mejor con aquellos que niegan a Arrimadas su catalanidad, quieren echarle del Principado, violan su “Estatut” y la Constitución que lo ampara provocando inseguridad, inestabilidad y empobrecimiento. ¿Ser «otra cosa» justifica todo eso?
Evidentemente que no, y los catalanes no son ni más ni menos que el resto de los españoles o que franceses, turcos o nigerianos. Solo qué, bastantes de ellos están desnortados. Esperemos que algún día vuelva la sensatez y la concordia como pidió, acertadamente, el Rey en Nochebuena. Mientras, las espadas siguen en alto.
Carlos Miranda es Embajador de España
Carlos Miranda