lunes, noviembre 25, 2024
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Teatro en Siria

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Algo se nos ha representado en Siria la madrugada del sábado 14 de abril, con el ataque coordinado por parte de Estados Unidos, Reino Unido y Francia en teórica respuesta al uso previo de armas químicas por parte de Báshar al Ásad que no ha sido certificado por organización independiente alguna.

Todo indica que el reciente lanzamiento y caída sobre Siria de 110 misiles ha sido una representación, sin justificación ni sentido militar, anunciado una semana antes, sin víctimas ni objetivos claros, sin pretensiones de cambiar el régimen ni la relación de fuerzas; juzguémoslo entonces en términos teatrales: público, escenario, actores, libreto, claque.

Públicos. Las personas a las que se ha dirigido este mensaje explosivo no son los sirios, que llevan siete años de guerra, medio millón de muertos y el ataque no varía en ningún sentido sus circunstancias, sino que parece ir destinado a las opiniones públicas de los países atacantes. Este ejercicio de fuerza militar controlada persigue fortalecer la imagen de estadista tanto de Donald Trump, acosado por jueces, actrices porno y hasta un exdirector del FBI; la británica May, en minoría parlamentaria y unas negociaciones del Bréxit muy poco favorables; como de un Macron con la calle revuelta y necesitado de acciones exteriores a la altura de sus discursos.

Libreto. Como en cualquier intervención militar, se ha lanzado también un mensaje relacionado con el comercio de armamento. Entre lo poco que se ha contado figura el uso por parte de EEUU de un avanzado misil más inteligente aún que sus compañeros de arsenal; también Francia diríamos que ha estrenado en combate figurado una fragata de última generación; y sobre EEUU ya dejó escrito su presidente que utilizarían «buenos, nuevos e inteligentes» misiles. Un efecto secundario del ataque podría ser además la demanda creciente del sistema ruso de misiles S-300.

Para el público sensible a la economía, el ataque ha contribuido además a mantener el precio del petróleo a precios interesadamente altos.

Actores. Las circunstancias especialmente inaceptables del uso de armas químicas obliga a estos tres países a intervenir en un conflicto… en el que no han dejado de intervenir durante los últimos siete años, los tres bombardean regularmente Irak y Siria en la lucha contra el Estado Islámico, EEUU tiene 2.000 militares sobre el terreno, Francia está presente en la zona desde comienzos del siglo XIX y Reino Unido es la otra expotencia colonial y basta con recordar que tiene en propiedad una parte de la isla de Chipre en formato de base militar. Ningún conflicto en Oriente Próximo tiene exclusivamente actores domésticos, suelen participar junto al Gobierno propio y sus oposiciones los tres del teatro de abril y como novedad la reciente expansión de Rusia e Irán fruto del desastre provocado por la invasión de Irak más en los últimos tiempos el intervencionismo exterior de Arabia Saudí y Turquía.

Escenario. En esta geografía España participa con su mayor contingente militar en el exterior desde 2006 en la misión de Naciones Unidas en el sur del Líbano (700 militares); mantiene desde 2014 en Turquía una batería de misiles en una misión OTAN no está claro con qué objetivo; y va engordando un contingente militar en Irak que ya sobrepasa los 500 militares en una coalición internacional contra el Dáesh que se nos dice ha sido vencido ya en el país. La Armada además despliega medios navales con los destructores norteamericanos domiciliados en Rota y que participaron en el ataque con misiles.

Claque o clac (del francés claque, «bofetada»)​ es el nombre que de modo convencional recibe el grupo de individuos pagados para aplaudir en los espectáculos, bien como cuerpo organizado contratado en las salas de teatro y ópera, o figuradamente los que aplauden o animan a alguien de forma incondicional.

España por tanto tiene una importante presencia incluso militar sobre el terreno, aunque no se considera a sí misma un actor. La respuesta oficial al ataque no destaca sobre el coro que lo ha apoyado sin crítica ni aportación alguna.

Los comunicados oficiales tras el ataque con misiles de EEUU, Francia y Reino Unido contra Siria mencionan que no existe solución militar al conflicto, sino política (también aquí, déficit de política); y destacan todos la legitimidad de la acción, no su legalidad inexistente, lo que iguala al trío con quienes viven al margen de la legalidad internacional.

Hay una víctima de calado además en todo este proceso, que es la Defensa europea de la que tanto se viene hablando en el último par de años y que se ve reducida en sus expectativas más ambiciosas a conseguir economías de escala en el desarrollo o adquisición de armamento. Tres días después del teatro sirio, Emmanuel Macron pronunció un discurso rabiosamente europeista en el Parlamento Europeo, que nadie ha puesto en relación con su actuación militar unilateral en Siria al margen de sus socios económicos y políticos.

La Unión Europea y las Naciones Unidas presiden en unos días la segunda Conferencia «Apoyar el futuro de Siria y su región», que se celebra en Bruselas los días 24 y 25 de abril.

Dicen los convocantes que «mientras la guerra de Siria entra en su octavo año, la situación humanitaria sigue empeorando. Más de trece millones de sirios están ahora necesitados de ayuda humanitaria y hay más de cinco millones de refugiados sirios desplazados fuera del país».

En este contexto, la Conferencia se propone movilizar ayuda humanitaria para los sirios que se encuentran en el interior del país y en los países vecinos. «En la Conferencia también se intentará recabar apoyo político para el proceso de paz conducido por las Naciones Unidas».

La Conferencia reunirá a participantes de más de ochenta y cinco países y organizaciones, a nivel ministerial.

«La UE mantiene su empeño en encontrar una solución política duradera al conflicto de Siria dentro del marco vigente acordado por las Naciones Unidas. Como se declara en las Conclusiones del Consejo adoptadas el 3 de abril de 2017, la UE está convencida de que no existe una solución militar para el conflicto y apoya firmemente la labor del enviado especial de las Naciones Unidas y las conversaciones mantenidas entre las partes sirias en Ginebra». Pues eso.

La representación tiene dos acepciones en el diccionario: una es teatro, imagen o idea que sustituye a la realidad; tiene también otra política, la delegación de poder que reciben los cargos electos tras el voto de los ciudadanos. El ejercicio del poder tiene claramente una parte de representación teatral, pero no puede ser la única ni la principal. Las simulaciones con medios militares, aparte del peligro evidente de provocar víctimas humanas, son además tremendamente costosas para el presupuesto y para el prestigio que necesitan cuando son realmente necesarias.

Última hora: imitando el comportamiento de Cristina Cifuentes con el máster regalado que niega que le regalaran, el Gobierno sirio ha devuelto la Legión de Honor que Francia concedió al presidente Báshar al Ásad cinco minutos antes de que se lo quitaran, como ya hizo el Gobierno francés con el ciclista dopado estadounidense Lance Armstrong. La simulación también en la concesión de títulos acaba chirriando ya se produzca en Vicálvaro, París o Damasco.

Carlos Penedo

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