No sólo fue una proclama de ‘la Movida’ sino que también la han avalado eminentes historiadores como Kostis Kornetis, de la Universidad de Nueva York, cuando en ‘European Review of History’, proclamó lo de «follar, follar, que el mundo se va a acabar». Seguro que ninguno de los habitantes de la isla de Supervivientes la han leído ni saben de la existencia de este Doctor (los test culturales de la mayoría no dan para mucho), pero pondría el ala al fuego a que avalan su teoría de cabo a rabo.
A veces una duda incluso si los concursantes de este reality en verdad pasan más hambre de alimentos o de sexo. Escuchándoles, como a los de Gran Hermano, una piensa que es más de lo segundo que de lo primero, como si fueran a enfermar de un momento a otro si no se hacen ‘unas pajillas’, como diría otro ‘doctor’ como Torrente, o si no se tiran a la primera persona con la que se cruzan.
Los robinsones de esta edición parecen hasta más fogosos que los de otros años y que están más calientes que, como vulgarmente se dice, ‘el palo de un churrero’. Isabel Castell, a la que es difícil ver en su Instagram en una fotografía en la que aparezca vestida, dejó caer como el que no quiere la cosa que «hay mucho reprimido, hay mujeres que parecen una especie de muñeca», y eso dio pie a una conversación en la que la propia directora de una sucursal del Banco Sabadell terminó confesando que «en Supervivientes tengo ganas de follar, que entre algún candidato para mí porque no hay nada que cure más que un buen polvo». Haberlo estipulado en el contrato, «en vez de tantos euros por cada semana lo que quiero es un maromo cada día para echar una canita al aire».
Al parecer ella quizás sea como las amigas de su compañera María Jesús, que informó al resto de concursantes que «nunca se han masturbado», como si eso fuera más pecado que ser virgen en una película de universitarias estadounidense. Eso sí, la banquera quiso hacerla ver que eso no es lo peor porque «hay otras que jamás han chupado un pene», dejando entrever que además de su licenciatura en Administración y Dirección de Empresas y Ciencias Políticas debe tener otra en eso de ‘limpieza de sables’, volviendo a citar al gran Torrente.
Eso sí, la miss no se dio por aludida y quiso dejar claro a sus compis de isla que ella no puede quejarse de su novio Julio Ruiz porque «cada vez lo hacemos mejor. Él sabe hasta lo que me tiene que decir para volverme loca, no sólo como me tiene que tocar». Vamos, que el chico en cuestión se ha debido de aprender de memoria la guía más famosa en la materia, el ‘Modern Sexual Techniques’ de Robert Street, que explicaba dónde se debía tocar a quién y para qué.
Para qué hacerlo con uno solo es lo que debió pensar la ‘salidorra’ Castell, que respondió a la pregunta del maestro Joao, «¿lo habéis hecho con más de una persona?», con la frase «no, porque más de cinco son multitud». A una le entraron ganas de inmediato de asistir a las juntas del Banco Sabadell a las que acuda Isabel. Aquello debe ser más salvaje que la ‘Saló o los 120 días de Sodoma’ de Pasolini.
La mosca