Este domingo celebramos el día de la Madre. De un día como éste se ha dicho de todo: que es un topicazo, un invento comercial de El Corte Inglés, o una muestra más del heteropatriarcado que responde a la idea tradicional de la maternidad como objetivo vital de la mujer. Algunas madres han expresado que la maternidad es dura y está sobrevalorada, o que tener hijos es perder calidad de vida, todo lo cual ha sido muy criticado. Pero quien tiene la suerte de conservar a su madre, seguro que hoy no se dirige a ella como un día cualquiera, sino que lo hará, a su manera, expresando respeto y agradecimiento por el cariño recibido. Los días conmemorativos condicionan incluso a quien los niega.
En esta sucesión de días festivos en Madrid, primero el día del Trabajador, segundo el día de la comunidad de Madrid, y tercero el día de la Madre, no todos opinamos igual de cada uno de ellos.
El día del Trabajador, identificado con manifestaciones sindicales masivas en las calles en conmemoración de los “mártires de Chicago” ejecutados en 1886, ha quedado muy difuminado en nuestro país porque ya no existe una unidad de la clase obrera –muchos votan a VOX-, y porque las principales reivindicaciones laborales se han logrado en los últimos lustros de esta España socialdemócrata, gobierne quien gobierne. La inmensa mayoría de los trabajadores, sobretodo los más precarios y los inmigrantes, ya no se sienten representados por unos sindicatos que no son de clase, sino de casta. Y además, el día de la Mujer Trabajadora ha arrasado con las reivindicaciones del día Trabajador; así, la pandemia no impidió ver manifestaciones en nuestras calles el pasado ocho de marzo, en una expresión de solidaridad contagiosa, y sí ha silenciado, en cambio, este pasado uno de mayo con sabor a erte.
El dos de mayo conmemora una comunidad autónoma que no quiere serlo. Mientras el Manzanares es un arroyo aprendiz de rio, como dijo Quevedo; la comunidad de Madrid es una provincia capital, desde la que se aspira siempre a gobernar España. El sentimiento madrileño solo existe por negación: no hay barreras, a nadie se le pregunta por su procedencia, no hay discriminación al forastero, no hay reivindicaciones regionalistas. El dos de mayo debiera ser el día de la nación española, porque fue en el alzamiento contra el francés opresor cuando se manifestó la idea un pueblo español soberano.
En esta cascada de días conmemorativos, para Dominique el día de la Madre es el más importante. El trabajo y la nación son esenciales para el desarrollo del individuo; pero la madre es imprescindible. Nuestra madre nos dio la vida, nos protegió, y se sacrificó sin límite por nuestro futuro.
Este año el día de la Madre no podrá ser celebrado por muchas familias que han perdido la suya por el maldito virus. Muchas personas no han podido despedirse de su madre por las restricciones, y en algunos casos han perdido simultáneamente al padre y a la madre, en este sinsentido. Ayuso anuncia que se podrá visitar a las madres en las residencias, pero solo cuando ya se encuentren en estado terminal. Las residencias de ancianos se han convertido en el mausoleo de quienes dieron su vida por nosotros, renunciaron a comodidades en tiempos difíciles por darnos educación, y se esforzaron en el perdón para traernos la democracia.
Apresúrate, no olvides mandar un beso, un pensamiento, o una oración a tu madre. Lo merece.
Dominique F.