Cada vez es más habitual ver noticias en los medios de comunicación sobre la bajada de la natalidad en España. ¿A qué se debe este fenómeno y qué podemos hacer desde las clínicas de fertilidad para revertir una situación que nos afecta a todos?
Los especialistas en reproducción asistida hemos ido observando con el paso de los años el aumento notable de la edad media de nuestras pacientes, siendo conscientes del tremendo impacto que esto supone para la fertilidad. Las condiciones laborales, la falta de políticas sociales facilitadoras y la incertidumbre sobre el futuro son factores determinantes de esta grave situación.
A pesar de que la población femenina tiene mayor consciencia sobre la importancia que tiene la edad sobre su fertilidad, la evolución de la edad media de entrada en la maternidad no ha dejado de incrementarse en los últimos años. La mejor edad para un embarazo se ubica entre los 20 y los 30 años, pues es el momento en el que los ovarios presentan mejor reserva y calidad de óvulos. Sin embargo, en el mundo actual es difícil compatibilizar los condicionantes biológicos con la integración en la sociedad. Por ello, cada vez con más frecuencia se plantea el embarazo a edades superiores.
Entre los pacientes que acuden a clínicas de medicina reproductiva es frecuente el caso de parejas que, debido a su situación laboral, han ido retrasando ampliar la familia. Igualmente, sucede con muchas mujeres que desean ser madres después de haber alcanzado una madurez personal, una independencia económica, y una situación social que les permita poder desarrollar plenamente su maternidad.
Como expertos en fertilidad, los especialistas debemos informar adecuadamente a los pacientes de que la edad es un factor determinante de la fertilidad (que también afecta a los hombres, con un empeoramiento de la calidad seminal). Asimismo, también debemos informar de la influencia negativa del estrés y otros hábitos tóxicos, como el consumo de tabaco o alcohol. La fertilidad se puede cuidar, y aunque no podemos parar el reloj, una vida sana basada en una alimentación saludable y en la práctica de deporte moderado, prolongará nuestra vida fértil.
Conocer la reserva ovárica
En este mismo sentido, es nuestro deber promover y concienciar sobre la importancia de conocer el estado de la fertilidad de las mujeres para poder tomar decisiones informadas de cara a la planificación de la maternidad. La mayoría de las mujeres desconocen que, con un simple análisis de sangre y una ecografía, se puede saber el estado de su reserva ovárica.
Con esta información, la mujer puede decidir si quiere tener hijos. Si no es así, existe la opción de preservar su fertilidad congelando sus óvulos, para que, cuando llegue el momento de ser madre, el tiempo no haya afectado a sus gametos. Aunque es verdad que ser madre más allá de los 40 es una realidad gracias al continuo avance de los tratamientos de reproducción, como la ovodonación, es preferible poder tener descendencia con óvulos propios.
Arantxa Pérez es doctora y ginecóloga responsable de Ginemed Málaga