Escocia, Irlanda, Estados Unidos, Canadá y Japón. Son los principales productores de los whiskies más conocidos y con más prestigio a nivel mundial. Pero en Madrid, la capital de España, un trío de madrileños también ha apostado por destilar esta famosa bebida con gran tradición en otras latitudes. Se trata de Valentín González, su hermano Álvaro y la esposa del primero, Coloma. En noviembre de 2016 decidieron lanzarse a la aventura y crearon la empresa Singular Destilados Artesanos Premium SL.
«Había un boom por lo artesano, y por eso nos decidimos. Crear destilados artesanos, con productos originales, locales y únicos. Nuestra filosofía es hacer un producto 100% natural y en lotes pequeños», explica Valentín González, que ya conocía el negocio de la cerveza y se preguntó. ¿Por qué no hacer whisky en la ciudad en la que nació? Es verdad que el negoció que emprendieron comenzó destilando vodka y ginebra, pero en octubre de 2021 sacaron al mercado las primeras 4.500 botellas de Metrópoli, un whisky con cuatro años en barrica. Es el único whisky que se hace actualmente en la capital.
¿Qué especificaciones debe tener el whisky español? Pues las mismas que cualquier whisky producido en Europa. En 2019 la Unión Europea actualizó la normativa para elaborarlo, que deja claro que el whisky debe envejecer un mínimo de tres años en toneles de madera de capacidad inferior o igual a 700 litros. “En EEUU, por ejemplo, puedes hacer whisky con un envejecimiento de seis meses, en Europa debe ser como mínimo esos tres años”. Metrópoli tiene cuatro años de barrica. «Nosotros elegimos barricas de Rioja, de Pedro Ximémez y de roble nuevo español», explica González.
Esta mezcla hace que Metrópoli «tenga un sabor intenso, meloso, con notas de fruta caramelizada, pasas, vainilla y madera nueva. Tiene un toque final con notas de toffee, especias y vainilla». También es importante, destaca Valentín González, que la cebada de malta sea destilada en su proceso final en un alambique de cobre, «que proporciona mucha suavidad». No se filtra en frío ni se añada caramelo. Singular Destinados tampoco usa saborizantes sintéticos, ni colorantes, edulcorantes ni azúcares añadidos habituales en la industria. De momento, elaboran dos tipos de whisky: un ‘Single Malt’ (la cebada malteada se ha destilado exclusivamente en una única destilería) y un ‘blend de maltas’ (dos destilerías).
44 euros la botella
El precio medio de una botella de whisky Metrópoli ronda los 44 euros, aunque Valentín González señala que la mayoría de su escasa producción se consume fuera de nuestras fronteras, en países como Alemania, Dinamarca, Francia, Italia o Paraguay. «Curiosamente hay mucha más cultura de apostar por destilados artesanos en otros países, más que en España». Los incrementos de los costes por la situación económica actual, sobre todo en materias primas y transporte, convierte la aventura de este trío de madrileños y su empresa familiar en un negocio con sus riesgos. «La inversión es fuerte», pero todo queda en casa, en Madrid. Mientras que su pequeña compañía está radicada en Aravaca, el laboratorio donde se crean y diseñan sus productos, la casa destiladora que les cede sus instalaciones está en el distrito de San Blas, cerca del aeropuerto.
«Hasta ahora hemos usado malta española, pero ahora queremos que en nuestras nuevas botellas haya un 10% de malta escocesa para darle un pequeño toque ahumado». También intentan ser originales en el etiquetado. La de Metrópoli hace honor a la estatua de la Victoria Alada que corona el mítico edifico madrileño del mismo nombre situado en la Gran Vía.
Los últimos datos oficiales (de 2020) señalan que el whisky es la tercera bebida espirituosa que más se vende en España, detrás de la ginebra y los licores. Aunque su comercialización bajó un 29% en 2020 respecto a 2019. No hay que olvidar que la pandemia y el consiguiente confinamiento decretado por el Gobierno redujeron el consumo de muchos productos, sobre todo las bebidas, ya que los bares y restaurantes tuvieron que cerrar y sufrieron importantes limitaciones de horario. Menos turistas. Según el INE, el 88% de la población española mayor de 16 años nunca ha probado el whisky. Solo un 3,9% lo hace semanalmente