‘Museo Chicote’ el emblemático pub de la calle Gran Vía de Madrid, fue fundado hace más de 90 años, donde famosos y estrellas de Hollywood han dejado huella. Secretos guardados y fotos íntimas que han quedado entre las cuatro paredes del local. Aunque antes era conocido como ‘Bar Chicote’– ha crecido con la ciudad desde que Pedro Chicote lo fundara en 1931 ¡que se dice pronto!
Durante estos estas nueve décadas, son muchos los rostros conocidos que han pasado por Gran Vía 12 como Dalí, Lola Flores o Ava Gardner y muchas historias ocurridas junto a su barra, que quedarán siempre «bajo llave». Así lo reflejan las imágenes que decoran las paredes del local en la actualidad y que aún siguen captando la mirada de quienes atraviesan la puerta giratoria del local.
Museo Chicote, no solo es un bar en de copas sino también un punto de inspiración para muchos artistas, de hecho, se dice que el compositor mexicano Agustín Lara escribió su letra entre las paredes del mítico local. Al que le dedicó una estrofa: “En Chicote, un agasajo postinero con la crema de la intelectualidad local”.
Fran Sinatra o Grace Kelly fueron algunos de los invitados
Ahí siguen los mismos sofás que en su época usaron Rita Hayworth o Grace Kelly y las sillas de metal cromado de los años 50 donde seguramente se sentaron Bette Davis o Frank Sinatra. La lista de personajes ilustres del cine, el teatro, la música y la literatura que han atravesado sus puertas es casi infinita. También ha sido escenario, además, de numerosas películas y series de televisión como: Los abrazos rotos de Almodóvar, Arde Madrid de Paco León, y la serie Velvet.
A lo largo de los años ha sabido conservar lo mejor de su historia, llena de glamour y encanto, sin perder el tren de la modernidad, que se deja ver ahora en un estimulante juego de luces que cambia según el momento del día y una cabina donde el dj pincha sus temas musicales. Museo Chicote, indiscutible templo del cóctel madrileño, se mantiene igual desde sus comienzos.
Los famosos Cocktails desde hace 90 años
La fama de Chicote es bien ganada, porque cada cocktail se sigue haciendo siguiendo la receta de Perico Chicote:¨amor, dedicación y cariño.¨
Unos cócteles impresionantes, un ambiente exquisito, tranquilo, moderno y con encanto y un público de lo más variado que mantiene el gusto por la buena música y, claro está, por sus combinados como el MARGARITA, DRY MARTINI, BLOODY MARY y NEGRONI.
90 años de anécdotas en la mítica coctelería
Famosa la frase de Miguel Miura que dijo “he nacido en Madrid porque es lo que más cerca está del Museo Chicote” y en este lugar privilegiado de la Gran Vía, se siguen viviendo entrañables anécdotas. Entre estas paredes se han firmado grandes contratos del mundo del cine, se han formado grandes parejas, y se han celebrado infinidad de eventos y fiestas. En el Museo Chicote se sigue haciendo historia.
El animal más bello del mundo, Ava Gardner, es la musa de este local. Una vez que descendía del avión en Barajas comenzaba una maratón etílica que finaliza en Chicote. Allí vivió noches de locura, rodeada de apuestos galanes y muchas copas. Entre ellos se encontraba el torero Luis Miguel Dominguín, padre de Miguel Bosé, al que le dedicó caricias y largas noches de pasión.
Los secretos de actores y actrices
Lugar de secretos y confidencias para actores y actrices. En un lugar tan frecuentado por estrellas no fue extraño que el hecho llegara a oídos del marido de la diva. Frank Sinatra se subió a un avión con una dirección marcada en su libreta: Gran Vía, 12.
El cantante de «My Way» era de armas tomar y no se iba a arrugar por encontrarse en otro continente. Entró en el bar buscando desesperado a su mujer. La encontró en buena compañía. La discusión se convirtió en mítica en Madrid y terminó con una habitación destrozada en el Hotel Intercontinental, donde se alojaba Ava y donde aún conservan la habitación intacta.
No obstante, ambos compartieron mesa en muchas noches de alcohol.
En una de ellas, la actriz le dijo a Chicote: “Este es un bar de putas y yo soy una puta”. El glamour a veces no está reñido con el lenguaje de la calle.
Otras noches estaba más inspirada y susurraba: “Encadenarme aquí y convertiré en sueños cada una de esas botellas”.
Otro de los asiduos al local era Ernest Hemingway. Por amor a su chicote escribió allí las crónicas de la guerra civil española. Ernest Hemingway amaba Madrid y siempre volvía a la ciudad. Hablaba un perfecto español y se hacía llamar Ernesto. Escribió al fondo de la barra sus crónicas de la guerra civil española, y escribía y bebía de pie, porque así el alcohol tardaba más en llegarle a la cabeza.
Y no podemos olvidarnos de La gran Sofía Loren, la única diva viva de la época, que también protagonizó otra de las anécdotas al pedirle al barman que le regalara una de las botellas de su colección, Chicote se negó y fue un titular en toda la prensa incluso en la prensa italiana la negativa del maestro, es sabido el celo que tenía por su colección.
El caso es que poco antes, en una visita hecha al Museo por Sofía Loren en compañía de Cary Grant, la estrella vio una botella de porcelana que representaba fielmente su propia cabeza. A pesar de que insistió una y otra vez, ofreciendo el precio que Chicote le señalara, este se mantuvo irreductible en no vender ni regalar.
Museo Chicote ha visto pasar a realeza, cantantes, actores, y actrices, de otros tiempos (Grace Kelly, Audrey Hepburm, Bette Davis) y de nuestros tiempos (Javier Bardem, Mario y Alaska, Pablo Alborán, Iker Casillas o Alejandro Sanz). Noventa años da para muchos y esperemos que sigan deleitando a las celebrities y al público en general.