El matrimonio formado por Catherine Zeta-Jones y Michael Douglas ha resurgido de sus cenizas, de la misma forma que lo hizo el ave Fénix. El amor ha vuelto a la pareja y la fuerte crisis vivida el año pasado parece algo completamente olvidado.
El pasado mes de agosto, Douglas y su mujer tomaron la decisión de separarse de forma temporal. Las continuas discusiones llevaron al matrimonio a tomar esta decisión por el bien de sus hijos, Dylan y Carys, de 13 y 11 años. Meses separados que presagiaban un divorcio multimillonario, pero no ha sido así.
Douglas era un hombre enamorado y por ese motivo intentó recuperar a su esposa. En numerosas entregas de premios siempre tuvo palabras de cariño para la actriz y declaró abiertamente lo enamorado que estaba. Los meses pasaron y el acercamiento entre la pareja se produjo.
Este fin de año lo pasaron juntos y en familia, y la chispa volvió a saltar. Desde el mes de enero, el actor ha vuelto a su domicilio familiar en Nueva York, y el matrimonio ha vuelto a posar juntos en las alfombras rojas. Ayer mismo, la pareja de actores asistió a la gala de entrega de los premios Chaplin en Nueva York. Finalmente, el amor se ha impuesto en esta pareja que ya tuvo que afrontar otros duros momentos como el cáncer de lengua que sufrió el actor en 2010.