La cárcel de Soto del Real está de fiesta esta semana. El hijo de Luis Bárcenas, extesorero del Partido Pupular, y el nieto de Gerardo Díaz Ferrán, expresidente de la CEOE, han presentado su nuevo disco, ‘Tres tequilas’, en la sala Hoyo 19 de Madrid.
Un concierto que ha generado una gran expectación, dada la polémica generada por los familiares de dos de los integrantes del grupo, Antón Carreño y Willy Bárcenas. La casualidad hizo que estos descendientes de corruptos se unieran ante la adversidad, y re refugiaran en la música, como bien cuenta Willi a la revista Vice, para paliar el disgusto del ingreso en prisión de su padre y su abuelo, respectivamente.
Guillermo Bárcenas comenzó a darse a conocer en el programa ‘Punto Pelota’ de la cadena Intereconomía, donde interpretó su particular versión del himno de la selección nacional. Ahora ha dado un mayor impulso a su carrera, y ya se encuentra promocionando su primer concierto oficial que tendrá lugar el 20 de marzo en la sala Caracol de Madrid.
Willy se ha sincerado respecto al tema de su padre, y asegura: “Cuando se publicaron los papeles de la contabilidad B del PP, tuve que abandonar el curso en la New York Fil Academy para volver a España.” Además, cuenta cómo fue eso de unirse al nieto del compañero de su padre en Soto del Real: “Durante un concierto solidario que dimos en Turkana Bar, conocí al que terminaría siendo el tercer miembro (el segundo es Joaquín Gasset) del grupo, Antón Carreño.”
También relata que su padre y Díaz Ferrán se encontraban en módulos distintos, pero coincidían los domingos en misa. El joven evitó pronunciarse sobre la victoria judicial de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, tras ganar la demanda que presentó contra su padre por vulnerar su derecho al honor al acusarla de haber recibido pagos en B, y condena al extesorero del partido a pagar una indemnización de 50.000 euros.
“Estamos orgullosos de la familia a la que pertenecemos”
Willy, en un arrebato de sinceridad, asegura que la música es lo más importante para él en estos momentos, porque le sirve como momento de evasión para olvidar lo que su padre ha pasado dentro de prisión: “Yo me metía por las noches en mi cuarto, empezaba a tocar la guitarra y era feliz, igual que lo sigo siendo.” El músico tuvo un ‘chute’ de energía al ver salir a su padre de la cárcel el pasado jueves 22 de enero.
“Todos los miembros de mi familia están llevando esta situación con bastante dignidad, bastante orgullo. Estamos orgullosos de la familia a la que pertenecemos.”, apostilla Willy. Ahora, reunido por fin con su padre, podrá dar rienda suelta a su verdadera pasión de una forma mucho más relajada.