Ha tardado diez años en volver a nuestro país, pero lo ha hecho por la puerta grande. Robbie Williams llenó ayer el Barclaycard center de Madrid para dar el pistoletazo de salida a su gira Let me entertain you que cerrará en Europa con 12 conciertos.
Con un arranque espectacular, el cantante subió al escenario madrileño con cuernos de demonio y entonando su lema de la gira. Casi dos horas de concierto en las que no paró ni un solo momento.
Robbie no ocultó su faceta como padre y contó varias anécdotas con sus hijos, desde la canción que canta con ellos a sus conversaciones vía Skype. También tuvo tiempo para demostrar lo en forma que está mientras hacía flexiones en pleno escenario.
Sin pudor ni vergüenza, la falda fue su cómplice en casi la mitad del espectáculo y cómo no, sus calzoncillos con el mismo león que tiene tatuado en el hombro. Rindió tributo a U2, Lorde y a Queen entonando alguno de sus temas más reconocidos.
Pero si algo tuvo el 'nuevo agente' secreto de Café Royal fue complicidad con el público. Miles de fans agotaron hace meses las entradas para este concierto, llegando de todas partes de España y del mundo (Portugal, Israel, Reino Unido, Francia…). Había personas de todas las edades, muchos hombres y mujeres que no querían perderse el espectáculo. Él correspondió y sacó a una fan que tenía para cantar con ella su tema Candy.
Y para poner el broche de oro a su primer concierto, Robbie Williams dedicó su última canción Angels a todas las víctimas y familiares del fatídico accidente aéreo de Germanwings. Emocionado hizo una última promesa al público: la próxima vez no tardará tanto en volver a España. Que así sea.