Ni todos somos iguales, ni todo el mundo tiene las mismas necesidades. Ni tan siquiera en materia sexual. Una persona puede ser feliz no teniendo relaciones sexuales, pero también es cierto que una pareja puede romperse para siempre por no mantenerlas, o al menos por no tenerlas con demasiada frecuencia.
Como ha explicado en 'Psychology Today' Robert Weiss, uno de los psicoterapeutas estadounidenses más ilustres, especialista en relaciones de pareja, «el exceso o la falta de sexo sólo es un problema real a nivel psicológico cuando entorpece nuestra relación de pareja o desencadena otras trabas como estrés, ansiedad o falta de autoestima».
Quizás por eso, la proporción en la que se practique sexo dictamina qué parte de tu cuerpo es la que sale beneficiada. Así, el hacerlo una vez a la semana beneficia al peso de cada uno, ya que al tener encuentros íntimos se libera más oxitocina, hormona llamada «molécula del amor» que al promover el sueño hace que quememos más calorías, ya que el sueño regula a las hormonas del hambre y no permite comer más de lo que el cuerpo necesita.
El hacerlo dos veces a la semana beneficia al sistema inmunológico, ya que el cuerpo capta alrededor de un 30% más de proteínas inmunoglobinas, las que actúan como anticuerpos, mientras que si son tres veces a la semana se beneficia el corazón, ya que las parejas con este promedio tienen menos probabilidades de sufrir un ataque cardíaco, pues mejoran su ritmo cardíaco y la circulación de la sangre.
Si ya se llega a cuatro veces a la semana la gran beneficiada es la piel, ya que una persona se sentirá siete veces más joven que el resto, y si se alcanzan las cinco veces seremos más felices en general porque estaremos más dispuestos a hacer otras cosas.
Con seis veces a la semana el gran beneficiado es el cerebro, ya que mejora la circulación de la sangre, el espíritu, la salud y a la creación de nuevas neuronas, mientras que si se hace pleno, al producirse muchas endorfinas lo que mejora es nuestro ánimo, y con ello hará que estemos más felices.
Cifras bajas
Pes a todas esas ventajas, en nuestro país no parece que esa «medicina» la tomen muchas personas, aunque la verdad es que el último estudio sobre el tema del Centro de Investigaciones Sociológicas no es muy reciente, ya que versa de 2008.
Según el mismo, el 71,7% de los hombres y el 65,3% de las mujeres aseguraba mantener relaciones sexuales al menos una vez cada siete días, frente al 25% que afirmaba tenerlas tres o cuatro días a la semana y el 3,7% que presumía de hacerlo a diario.
Aunque haya gente que a estas alturas del artículo esté lamentando su baja actividad sexual, sobre todo teniendo en cuenta las muchas ventajas que genera el hacerlo, no sólo por el placer del acto en sí, los expertos señalan que esa desgana sólo puede ser preocupante si la pareja considera que esa proporción en la que lo hacen es demasiado baja.
Y es que hay que tener en cuenta que a la hora de las encuestas sobre el tema sexual pocos son los que dicen la verdad, por lo que tampoco nadie puede tirarse de los pelos al ver que no está en los baremos más habituales.
Diferentes trastornos
Otra cosa es que realmente haya problemas «internos» a la hora de realizar las técnicas amatorias. Según el polémico DSM-5 -el manual de diagnóstico que suele conocerse como «la biblia de la psiquiatría»- en este sentido hay principalmente dos desórdenes distintos (uno para hombres y otro para mujeres) a la hora de referirse a la falta de deseo sexual: el Trastorno de excitación sexual femenino y el Trastorno masculino de deseo sexual hipoactivo.
Para el psicoterapista Gary Neuman, el número de veces que las parejas tienen sexo es la clave entre una pareja feliz y una infeliz. Tanto él como su equipo llegaron a esa conclusión después de entrevistar a más de 400 mujeres casadas. De todas ellas, las que tenían sexo entre tres y cuatro veces al mes eran las más infelices en sus matrimonios, mientras que las que lo tenían al menos once veces al mes tenían unas relaciones de pareja mucho más felices.
Neuman cree pese a todo que la clave para que la pareja funcione está en mantener un vínculo emocional con el otro, porque «la sexualidad en el matrimonio está conectada a la conexión emocional de los esposos, pero a veces ese tiempo necesita planearse«.
Quizás por eso, o para restarle simplemente importancia al hecho de hacer o no hacer el amor con frecuencia, su consejo para todas las parejas es que cuando menos «salgan una noche a la semana y hablen de cualquier cosa excepto de tres temas: dinero, trabajo y niños». Quizás con eso sea bastante.