Familiares y amigos han dado su último adiós a Kardam Sajonia-Coburgo-Gotha y Gómez-Acebo, príncipe de Tírnovo y primogénito del rey Simeón de Bulgaria, que falleció el martes 7 de abril, a los 52 años de edad, en el hospital de Sanchinarro de Madrid.
Kardam recibió una calurosa despedida de sus familiares y amigos en el Tanatorio de San Isidro y en su posterior entierro celebrado en la más estricta intimidad en el cementerio de San Isidro. A primera hora de la mañana Miriam Ungría y sus hijos, Boris y Beltrán, regresaban a la capilla ardiente de Kardam en el Tanatorio de San Isidro para velar el cuerpo de su esposo y padre.
Su propio padre, ex primer ministro de Bulgaria, anunciaba su muerte en su página web. «Su muerte ha sido el resultado de una infección pulmonar relacionada a la parálisis que sufre desde hace años, después del grave accidente de tráfico que tuvo en 2008 y del que no pudo recuperarse», escribió.
Como recordaremos, el príncipe de Tírnovo, economista de profesión, sufrió un aparatoso accidente en El Molar, cerca de Madrid, en agosto de 2008 junto a su mujer, cuando volvían de su finca en Riaza (Segovia). Kardam nunca ha podido superar las secuelas de aquella tragedia, que le supuso un traumatismo craneoncefálico severo. Tras pasar un largo tiempo sometiéndose a un tratamiento experimental dirigido por el doctor Jesús Devesa en Galicia, finalmente fue trasladado a su casa de Madrid, ya que la aventura científica para mitigar los graves daños cerebrales ocasionados no dio sus frutos.
La infanta Eelena acudió a título privado
Kardam, antes de su fallecimiento, estuvo en todo momento acompañado por su mujer, la empresaria Miriam de Ungría, con la que tiene dos hijos, Boris y Beltrán,, sus padres, Simeón y Margarita, así como por sus hermanos Kyril, Konstantin, Kubrat y Kalina. «Ha sido muy emotivo. Toda la familia junto a Kardam. Ahora todos con Miriam, Boris y Beltrán. Ya descansas en paz», dijo Carla Royo-Villanova, cuñada del fallecido y esposa de Kubrat, cirujano de profesión.
A primera hora de la mañana, los reyes Simeón y Margarita llegaban al tanatorio. Los hermanos del fallecido, desolados. Kubrat, seguido de su esposa Carla Royo-Villanova y sus tres hijos, Mirko, Lukás, y Tirso,Kyril con sus dos hijas, Mafalda y Olimpia, Konstantin junto a su esposa, María García de la Rasilla, y Kalina, que no pudo despedirse de él en vida, pero que pudo llegar a tiempo para su entierro y último adiós. Visiblemente afectada y de riguroso luto, llegó junto a su marido Kitín Muñoz y su hijo Simeón que iba de la mano de sus padres.
Como ya hiciera horas después del fallecimiento, Su Alteza Real la infanta doña Elena volvió al tanatorio para dar el último adiós a Kardam, y es que la duquesa de Lugo y la Familia Real Española mantenían una excelente relación con la Familia Real búlgara.
Otra de las presencias que llamó muchísimo la atención fue la de Paloma Cuevas, que todavía muy afectada por el fallecimiento de su hermano Nano, hizo su primera aparición desde aquel fatídico día. Muy delgada y de luto riguroso, llegó al tanatorio de San Isidro acompañada de Patricia Rato, exmujer de Espartaco.
La familia de Margarita Gómez Acebo, madre del fallecido, mostraron sus condolencias a la Familia Real búlgara. Los hijos de la Infanta Pilar, primos de Kardam, Simoneta, que llegaba con María Escudero Coll, Juan, Fernando y Beltrán Gómez Acebo, entre los asistentes.
Amigos del fallecido y de la familia asistieron a la misa por el rito ortodoxo que se ofició en el tanatorio. Paloma Segrelles, acompañada de su hija, Paloma, Cristina de Borbón- Dos Sicilias con su marido, Pedro López-Quesada, María de Rusia, José María García Fraile, Antonio Fournier, el duque de Huéscar, y Beatriz de Orleans, entre otros, quisieron dar el último adiós al príncipe de Tírnovo. La Infanta Margarita y su hijo Alfonso Zurita, mostraron también sus condolencias a la familia.
Miriam Ungría, su viuda, así como sus hijos, Boris y Beltrán, recibieron con entereza a todos aquellos amigos y familiares que se acercaron para apoyarles en este día tan doloroso para toda la Familia Real búlgara que despidió a Kardam con una misa de rito ortodoxo.