La modelo Irina Shayk, de visita en Madrid por motivos publicitarios, no ha admitido ni desmentido el rumor acerca de su posible embarazo, que circula desde hace semanas en medios de comunicación y redes sociales, y se ha limitado a contestar: «No voy a hablar de mi vida privada».
Shayk, que ha celebrado el 20 aniversario de la firma de lencería italiana Intimissimi, de la que es embajadora, con una tarta de tres pisos en la calle Preciados de Madrid, ante un centenar de curiosos, lucía un holgado vestido negro que acompañaba con una cartera de mano con la que modelo cubría, en todo momento, su vientre.
Ante las reiteradas preguntas de los periodistas sobre si era cierto que esperaba su primer hijo con el actor estadounidense Bradley Cooper, la expareja de Cristiano Ronaldo, ha sido rotunda: «No voy a responder a cuestiones personales».
La «top model» rusa sí ha reconocido que guarda «un especial cariño» a España, a donde le «encanta» viajar porque adora «el jamón, la gente y el clima».
La modelo de 30 años, que ha desfilado para Versace, Diane von Furstenberg o Desigual, ha declarado que es «muy importante» que las mujeres se sientan «bien» con su imagen, incluida la ropa interior, porque «influye» en el estado de ánimo.
«A mi me gusta sentirme segura, femenina y sexy», ha concluido Irina Shayk.
EFE