Después de confirmarse su separación matrimonial de la multimillonaria Raquel Bernal, parece que a Álvaro Muñoz Escassi comienza a torcérsele todo, y empiezan a salir historias sobre él que bien podrían haber sido el motivo por el que se produjera esa ruptura nupcial.
Al parecer, según ha desvelado La Razón, el jinete mantenía chats telefónicos subidos de tono con varias 'amigas' y su contenido no deja lugar a dudas: «Quiero tenerte ya aquí. Tengo ganas de ser muy malo y cuidarte. Voy a quitarle a ésta (se refiere a su esposa) un reloj para dártelo a ti y cuando llegue a casa te mando fotos de todas las gafas que tiene y me dices cuál quieres».
Del nombre de la chica en cuestión solo se sabe que empieza por J., pero también que no era la única con la que tenía ese tipo de intercambios. Según una persona cercana a él, «a Álvaro le gusta mandar a sus conquistas fotos suyas prácticamente desnudo, pero sin mostrar su cara, y pedirles a ellas que le envíen imágenes con sus desnudos. Le da mucho morbo. Tiene guardada toda una colección de fotos de tías en pelotas y le gusta presumir de los atributos de sus chicas enseñándolas».
Aunque no se sabe si ese detalle lo conocía, de lo que al parecer sí estaba al tanto Raquel Bernal era del carácter conquistador de Escassi, al que incluso perdonó alguna aventura extramatrimonial. Por lo que no pasó, y de ahí la ruptura, fue porque el ex de Lara Dibildos se insinuara a una persona del círculo familiar.
Una amiga suya ha manifestado que «Raquel está muy dolida con su marido, no esperaba que actuara como lo ha hecho. Se casó profundamente enamorada y no entiende que la haya traicionado de esa forma. El día que salga a la luz el nombre de la persona a la que intentó ligarse en la misma casa de Raquel va a ser una vergüenza. Ese hombre no conoce límites y le da igual hacer daño a quien sea».
Según ésta, ella hizo todo lo posible por satisfacer y contentar a su marido, al que llegó a regalarle un Lamborghini y tres caballos pura sangre, pero éste aseguraba a sus íntimos que en República Dominicana se sentía en una jaula de oro. No descartan que el jinete acuda a los medios de comunicación españoles para contar su historia a cambio de una jugosa cantidad, a pesar de que firmó un contrato de confidencialidad con su mujer, ya que no obtendrá ninguna compensación o pensión económica por los seis meses que ha estado casado: «Bastante le he dado en el tiempo que estuvimos juntos, no se puede quejar. ¿Qué más quiere?», habría dicho Raquel a una íntima amiga.
M. A.