Dámaso González, quien tomó la alternativa en junio de 1969, en la Feria de Alicante falleció ayer, a pocos días de cumplir 69 años, a causa de una enfermedad que sufría desde hacía varios meses.
La capilla ardiente con los restos mortales del toreo ha sido instalada esta mañana en la Plaza de Toros de Albacete, hasta donde se han acercado decenas de vecinos para darle su último adiós al torero. Después, sobre las 13: 00 horas ha comenzado una emotiva misa en su memoria en la Catedral de su ciudad natal.
Rey del Temple, título que obtuvo gracias a su personalidad frente al toro, fue una de las figuras más importantes del toreo de los años 70 y 80.
El torero albaceteño se inició en el mundo de los toros como novillero en las capeas de los pueblos, y no fue hasta 1988, cuando Dámaso González decidió abandonar las plazas, para regresar de nuevo en 1992 y despedirse finalmente en septiembre de 1994, en su querida Feria de Albacete.
A pesar de su retirada, González continuó ligado al mundo de los toros hasta sus últimos días, como ganadero de bravo de la ganadaría que llevaba el nombre de su hija Sonia.
Numerosas plazas de toros rindieron este sábado un homenaje al torero con un minuto de silencio, como la de San Sebastián de los Reyes, durante su primer día de encierros.
Marta de la Fuente