Una mujer rubia, por Skype, va avanzando en una conversación y unas actitudes claramente sexuales, con lo que sube la temperatura frente a la pantalla del ordenador; y de su cámara. ¡Cuidado! Más de una veintena de asturianos, 23 en concreto presentaron las denuncias, cayeron en las redes de esta rubia del Skype, que se dedicaba a engatusarles hasta conseguir que se desnudaran delante de la pantalla del ordenador mientras mantenían una conversación de contenido sexual con ella por videoconferencia. Detrás de esa chica se escondía una red internacional que se dedicaba a extorsionar a sus víctimas y pedirles dinero a cambio de no mostrar esas imágenes a su familia, amigos y compañeros de trabajo.
Ahora, este 'negocio' parece haberse trasladado al resto de España y centralizado en Alicante, por aquello de ser el lugar donde se estudia la causa por haber sido el primer sitio en que se interpuso una denuncia. pero a mayor escala. Las víctimas son ya más de 1.000 personas, a las que a través de un 'mail' se les ha indicado cuánto ha de depositar en una cuenta (cantidades que oscilan entre 1.000 y 8.000 euros), si no quieren ver cómo vinculan esos vídeos a grabaciones pedófilas.
El método ha sido muy similar al empleado el año anterior en Asturias, con una conversación subida de tono en páginas de contenido pornográfico, una webcam y una chica al otro lado que coquetea con la persona que ha contactado con ella. Ese encuentro virtual termina con la masturbación del usuario, momento en el que se corta abruptamente la comunicación y empieza realmente la pesadilla para él.
Según han contado los denunciantes, una vez que el encuentro virtual terminó recibieron un correo electrónico avisándoles de que si no depositaban una cantidad de dinero en una cuenta bancaria, ese vídeo suyo masturbándose se colgaría en su perfil público de Facebook a la vista de todos sus contactos. Por supuesto, el e-mail da un plazo concreto de tiempo.
Sospechosos ilocalizables
Todas esas denuncias hicieron que se comenzara en 2012 una investigación, precisamente por el testimonio de ese hombre que se personó en el juzgado de Alicante para contar con todo tipo de detalle lo que le había pasado y que desde entonces varios desconocidos estaban extorsionándolo de manera sistemática. El procedimiento está abierto por un delito de extorsión aunque, hasta el momento, todavía no se ha podido localizar a los cerebros de esta trama, que se aprovechan de las numerosas lagunas y vacíos legales que ofrece internet.
Los dominios de las páginas webs dificultan mucho la identificación de los propietarios de estos negocios, que están registrados en Costa de Marfil y en Marruecos, en localidades, por ejemplo, como la de Oued Zen, en el centro de Marruecos, donde la extorsión es una industria millonaria. En la ciudad hay más de 50 oficinas para transferir dinero. En otros lugares, como los Emiratos Árabes, las autoridades estiman que cerca de 30.000 hombres en los estados del Golfo han sido víctimas de esta trampa, y que alguno, al menos uno, se ha matado.
Según parece, la dinámica siempre suele ser la misma, los estafadores usan vídeos pregrabados de mujeres que bajan de webs porno, graban a los incautos que caen fascinados por la chica y cuando tienen el vídeo lo suben a YouTube y se lo mandan por mensaje privado. A partir de ahí es cuando comienzan las amenazas.
En lo que se refiere a este caso de extorsión masiva en España en el mismo ha intervenido hasta el Tribunal Supremo, que fue el que ordenó reabrir el caso en 2014, después de que las pesquisas se hubieran archivaron ante la dificultad de encontrar a los culpables, al entender que del examen de las actividades mostraba una conexión 'delictiva' entre las actuaciones de Madrid y Alicante. Al parecer coincidían la identidad de las páginas a través de las que se lleva a cabo la captación.
También se tuvo en cuenta que también había similitud entre las cantidades de dinero exigido y que el idioma empleado era siempre el inglés, con frases muy parecidas como «debes pagar para salvar tu vida». Desde aquel 2014, el juzgado de Alicante, en colaboración con el Grupo de Investigación tecnológica de la Comisaría General, volvió a trabajar en esta investigación y no ha cesado de recibir denuncias, hasta el punto de temer que las mismas colapsen su actividad.
De todos los casos, la mayoría similares, hay uno en el que todavía pudo ser peor, ya que la víctima tardó en realizar el pago y fue amenazado con hacer público el vídeo en el que se masturbaba acompañándolo de un texto falso atribuyendo esa masturbación, consta en las actuaciones, a la excitación por un niño menor de edad. Además, se le dijo que se iba a distribuir a todos sus contactos. El perjudicado llegó hasta a pensar en el suicidio, algo que finalmente no sucedió.
M. A.