En España, el código de la circulación prohíbe si quiera sacar un codo por fuera de la ventanilla, bajo pena de sanción económica. En Punta Cana, el sacar medio cuerpo por fuera de la ventanilla no significó ninguna multa para una turista rusa, pero sí le causó la muerte entre terribles dolores.
Natalia Borodina, que a sus 35 años había decidido pasar unos días de vacaciones en Punta Cana, junto a su hijo y una amiga ucraniana tres años más joven que ella, intentaba disfrutar de la fina lluvia que caía en el exterior, pese a que iba en topless, y su imprudencia de sacar medio cuerpo fuera le costó la vida.
La rusa, que trabajaba como agente inmobiliaria y vivía en Cannes, Francia, y que apenas llevaba unos días en Punta Cana disfrutando de unas jornadas de asueto, había dejado a su hijo en el hotel para dar un paseo en coche por las afueras, junto a Boirachuk.
En un momento, Borodina, que viajaba como acompañante, se sacó la parte superior del bikini y quedó con el torso desnudo. Luego empezó a cantar y a bailar, mientras su amiga, que sostenía el volante con la mano izquierda, la filmaba con la derecha y que, como no estaba prestando atención al camino, no pudo ver el pozo de agua que había adelante y perdió el control del vehículo.
Al acercarse de golpe al borde derecho de la carretera, Borodina se golpeó la cabeza contra un cartel y cayó a la calzada. La mujer fue trasladada de urgencia al centro de salud Hospitén de Verón, en la provincia de La Altagracia. Aunque entró con vida en el mismo, las heridas que había sufrido en la cabeza eran tan graves que murió a las pocas horas. La Policía dominicana sostiene que había consumido alguna droga psicoactiva.