Por mucho que el frío no invite a ello, parece que es mucho mejor dormir como lo hacía Marilyn Monroe, únicamente con Channel número 5, que con tanga, que tampoco es que vaya a dar mucho calor a las frioleras. Y es que parece que esta prenda, que en muchas culturas se lleva usando desde antiguo por obra y gracia de otras similares como el taparrabos o el fundoshi, que fue reinventada en Brasil por el genovés Carlos Ficcardi en 1974, comenzando a comercializarse por el diseñador Rudi Gerneich, puede provocar mil y una enfermedades por hacerlo.
Y todo porque, por mucho que los ginecólogos avalen la ropa interior de algodón, dormir en cualquier tipo de lencería está comprobado que incrementa la temperatura y la humedad en la vagina. Según Ronald Blatt, jefe y director cirujano médico del Centro Manhattan para Cirugía Vaginal, «definitivamente la vagina necesita respirar y eso se puede lograr durmiendo sin ropa interior, porque de esa forma se puede refrescar y te puede prevenir de las infecciones por hongos que normalmente se dan en las zonas húmedas y calientes del cuerpo».
Según recoge Infobae, el problema radica en que aunque parezca que la tanga está metida en el trasero de manera segura, se mueve para todos lados cuando estás dormida ya que, como aclara el citado Blatt. «la parte delgada de las tangas se mueve conforme tu cambias de posición mientras duermes y existe la posibilidad de que traslade las bacterias del ano hasta tu vagina o uretra. Esto podría causar una infección». Además, cualquier tipo de ropa interior hecha de un material sintético es menos eficaz para absorber la humedad. Y esa humedad crea un ambiente perfecto para el cultivo de bacterias e infecciones, añade.
Este cirujano estadounidense considera que «todo ese movimiento puede causar hasta pequeños desgarres en la piel en donde los microbios se pueden reproducir», por lo que subraya que «los tangas también podrían estar depositando bacterias en tu vagina o uretra. Y estas bacterias -para cualquiera que esté interesada- incluyen E. Coli que puede contribuir a las infecciones de vejiga o la vaginosis bacteriana. Si este tipo de infecciones no se tratan, podrían evolucionar a la enfermedad pélvica inflamatoria y resultar en infertilidad».
Cuando menos, Blatt destaca que mientras las mujeres no tengan un historial de infecciones frecuentes, todo está bajo control, aunque insiste en que las que usan tangas con frecuencia tienen un riesgo mayor de irritar sus hemorroides, si es que tienen, «usar tangas que te quedan demasiado apretadas en la entrepierna puede causar salpullidos o irritación e incluso cortadas y rasguños».
Otra enfermedad que pueden causar son papilomas cutáneos -esas verrugas que algunas personas tienen en el cuello, en el pecho y en la espalda, por lo que recomienda que «si decides dormir en tanga, escoge una que sea de algodón», porque la tela de algodón es la mejor para tu salud vaginal». El consejo que da este experto en la materia es que ya puestos a dormir con algo, que en vez de tangas se opte por unos calzones normales de algodón o incluso hasta unos bóxer holgados.
M. A.