Son numerosos los casos de cáncer que se detectan en las personas a lo largo del año. Esta enfermedad, que resulta ser una de las más arriesgadas por su difícil curación, no siempre se debe a a factores genéticos sino que muchas veces son provocados por elementos externos como la mala alimentación, la inactividad física, el consumo de tabaco y alcohol, entre otras. A pesar de que en ocasiones estas malas rutinas se convierten algo 'normal' no somos conscientes de los graves riesgos que pueden traer consigo.
El cáncer, que puede afectar a diferentes partes de nuestro organismo, es a su vez una de las enfermedades más comunes de la sociedad. Los avances tecnológicos y los constantes estudios en el ámbito de la medicina, así como las duras luchas por conseguir una cura efectiva para dicha enfermedad, ha provocado que a día de hoy sean varios los expertos que dediquen su profesión a trabajar en la búsqueda de soluciones efectivas contra el cáncer.
Por ello, este martes 30 de enero se ha celebrado el Premio Fundación BBVA que ha otorgado su gran reconocimiento en el área de biomedicina al inmunólogo estadounidense James Allison por marcar un antes y un después en la medicina al crear la primera inmunoterapia de alta eficacia contra el cáncer. Su interés por la investigación vino marcado, sobre todo, por su experiencia personal al perder a su madre tras ser afectada por un linfoma. Debido a esto, decidió tratar las células T con el objetivo de buscar una explicación a cómo estas células podían defendernos de las infecciones de nuestro cuerpo.
A pesar de que la inmunoterapia -basada en estimular la capacidad del sistema de defensa del organismo para eliminar las células cancerosas- siempre ha estado en duda a la hora de combatir la enfermedad, tal y como aseguró el jurado de los premios, nunca había generado unos resultados tan efectivos hasta la aparición de las nuevas vías propuestas por James Allison. Tras probar el experimento con animales, empezó a descubrir continuos avances que le llevaron a generar en el año 2011 el primer fármaco oncológico que producía la activación del sistema inmune para frenar y combatir al melanoma metastásico. Con este producto, se demostraba que se podría producir un incremento de la supervivencia de los pacientes que padecieran dicha enfermedad hasta diez años más.
Este gran proyecto ha servido de base a muchos médicos e investigadores para abrir nuevos estudios para lidiar contra la enfermedad. A pesar de advertir de nuevos fármacos y terapias, Allison aseguró que queda mucho trabajo por hacer ya que la inmunoterapia, aunque sea una solución, no es la definitiva al anunciar que «no vamos a curar todos los tipos de cáncer». A pesar de que tal y como apunta su creador, los costes serán bastante elevados, luchan cada día por descubrir y revelar un método que sí sea la prueba de que se puede combatir este tipo de enfermedades. Entre sus principales proyectos se encuentra estudiar «tejidos de pacientes para investigar casos en los que funciona y en los que no” ya que cada organismo requiere de unas necesidades diferentes y cada cuerpo reacciona de forma diferente ante los diferentes tipos de medicamentos.
Ana Paredes