La letrada Emilia Zaballos ha comparecido esta tarde en rueda de prensa en Arrecife junto con Miriam Rodríguez, la madre de Romina, que acaba de llegar a Lanzarote desde su país, Paraguay, para someterse a pruebas de ADN que permitan confirmar si los restos humanos encontrados en la costa de la isla son de su hija.
La abogada ha recordado que Romina acudió al hospital la noche del 29 de diciembre con hematomas «y se marchó porque, durante los quince minutos que estuvo allí esperando a que la atendieran, su marido no paró de llamarla» y la convenció para que se fuera, hasta el punto de que acudió a recogerla a la puerta del centro.
«¿Cómo a una persona que va al centro, muestra los hematomas y dice que le ha pegado su marido, le dicen: siéntese, que ya la llamarán? ¿Cómo es posible que esa persona desaparezca y no se de la voz de alarma?», ha planteado Emilia Zeballos.
La abogada ha subrayado que en el proceder que siguió el hospital con la hija de su cliente entiende todavía menos que, unas horas después, la dieran formalmente de «alta por fuga». «La Justicia existe, ¿pero el sistema funciona?», se ha cuestionado.
Zaballos ha comparecido ante la prensa acompañada de la madre de Romina Celeste, Miriam, quien ha viajado a Lanzarote con su nieto para someterse a análisis genéticos que determinen sin el trozo de pulmón humano hallado en Costa Teguise es de la desaparecida.
Según ha explicado la abogada, las primeras pruebas las realizaron ayer por parte de expertos de la Guardia Civil y este miércoles se han repetido en el Instituto Anatómico Forense, en Arrecife. Y se espera que los resultados se conozcan en breve.
Miriam Rodríguez ha dicho que jamás perdonará el crimen y ha pedido a su yerno y presunto asesino de su hija, Raúl D., que nunca le pida perdón «y que asuma que él la mató». «Mató a mi hija y nos mató en familia», ha señalado.
La madre de Romina Celeste ha subrayado que ella no puede perdonar: «¿Cómo voy a perdonar una cosa así? La maltrató, la jugó, la mató, la quemó, la descuartizó y la tiró. Son seis cosas. No voy a dar un perdón ni en público ni personalmente».
Miriam Rodríguez ha agradecido a la prensa «que pusiera de su parte para llegar a la verdad», porque «no puede ser» que su hija viniera llenada de vida a Lanzarote y ahora se la tenga que llevar de regreso a Paraguay «en un cofre».
También ha expresado su gratitud al Cabildo de Lanzarote, a la plataforma «Todos somos Romina», a la juez que instruye el caso, a la Cancillería y el Consulado paraguayo y a todos los que están ayudando en las investigaciones.
La madre de Romina Celeste ha asegurado que su hija «nunca» le comentó ni a ella ni a su hermana que sufría malos tratos. En la familia tampoco sospecharon nada ni les llegó ningún mensaje al respecto, porque, de ser así, la joven «no estaría muerta y tirada en el mar». «Estaría viva y conmigo, y yo no habría venido a este país buscando justicia para mi niña», ha remarcado.
El marido de Romina ha alegado ante la juez que él no la mató, sino que se la encontró muerta al regresar a casa la madrugada de Año Nuevo, se asustó y decidió hacer desaparecer su cadáver.
Sin embargo, instructora del caso lo ha enviado a prisión con cargos de homicidio o asesinato y malos tratos, mientras prosigue la investigación.
Redacción