Preparar de forma correcta el intestino antes de una colonoscopia es vital para el éxito de la prueba, pero los pacientes debían seguir, hasta ahora, una dieta baja en fibra e ingerir sólo líquidos, además de un gran volumen de laxante líquido, las 24 horas antes de la prueba.
Esta nueva dieta, denominada Barcelona Diet Plan, ha sido publicada en la revista «Diseases of the Colon & Rectum».
El trabajo de investigación se ha hecho con 276 pacientes del Programa de Prevención del Cáncer de Colon y Recto del Hospital del Mar, a la mitad de los cuales se les dio la nueva dieta y, a la otra mitad, la tradicional, estrictamente líquida.
El 96 % de los pacientes que siguieron la nueva dieta consiguieron una limpieza del colon eficaz frente el 89 % de los casos que habían hecho una dieta líquida, han asegurado los médicos del Hospital del Mar.
La doctora Juana Flores, jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición y firmante del estudio, el más importante realizado en este campo hasta ahora, ha explicado que «se trata de una dieta equilibrada baja en fibra distribuida en cinco comidas, que no restringe la aportación de calorías».
Las comidas están compuestas por pan, carne de pollo, pavo, cerdo, ternera o pescado, arroz, pasta o patatas y combinada con lácteos.
En total, se garantiza una ingesta normal de calorías (2.000 al día) y no tener la sensación de tener el estómago vacío.
Esta dieta ha demostrado «que no sólo mejora la experiencia del paciente sobre la preparación, sino también los resultados de la colonoscopia», ha asegurado la especialista.
La creencia generalizada de que era necesario no ingerir alimentos sólidos el día antes de la colonoscopia «tenía muy poca evidencia que le diera apoyo, pero, sin embargo, es una práctica habitual en la mayoría de centros. Ahora, nuestro estudio deja bien clara la escasa eficacia de esta estrategia», según ha considerado Flores.
Por su parte, el doctor Marco Antonio Álvarez González, adjunto del Servicio del Aparato Digestivo y primer firmante del estudio, ha explicado que «con una dieta normocalórica, sin pasar hambre, se llega más bien preparado a la prueba».
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