Felipe VI ha presidido la sesión inaugural del noveno Congreso Internacional de Matemática Industrial y Aplicada (ICIAM), un evento que reúne hasta el viernes a 4.000 matemáticos de todo el mundo y en el que se presentarán las contribuciones más relevantes de esta ciencia en ámbitos como la tecnología, la aeronáutica, la medicina, el medio ambiente o la robótica.
Coincidiendo con la apertura de este evento en el Palacio de Congresos valenciano, el rey ha entregado los cinco premios más importantes de matemática aplicada a ámbitos como la medicina, el medio ambiente, la tecnología y el mundo financiero.
El premio Lagrange para autores de contribuciones excepcionales a lo largo de carrera ha sido concedido a Goerge Papanicolaou, de la Universidad de estadounidense de Standford.
Se ha reconocido así, según el Consejo del ICIAM, su brillante uso de las matemáticas para resolver problemas importantes de la ciencia y la ingeniería, en particular relacionados con la falta de homogeneidad, la propagación de las ondas, los medios aleatorios, la difusión, la dispersión, el enfoque, las imágenes y las finanzas.
Por su parte, el galardón Maxwell para matemáticos que hayan demostrado originalidad en el ámbito de la matemática aplicada ha recaído en Claude Bardos, de la universidad Paris Denis Diderot, de Francia.
Con ello se destacan sus contribuciones a ecuaciones diferenciales parciales no lineales, teoría cinética y mecánica matemática de fluidos.
Yvon Maday, de la Universidad francesa de la Sorbona, ha conseguido el premio Pioneer que distingue desarrollos pioneros en métodos matemáticos aplicados a un nuevo campo o a un problema industrial.
El jurado resaltó su papel de liderazgo en la introducción de métodos potentes para la simulación numérica y el hecho de que varios de sus trabajos hayan ayudado al lanzamiento de nuevas empresas se usen intensivamente en la industria.
En cuanto al premio que reconoce a los promotores de matemáticas aplicadas en países en desarrollo, que lleva el nombre de Su Buchin, ha sido para Giulia di Nunno, de la Universidad de Oslo, por su trayectoria en el fomento activo y eficaz de la investigación y la educación matemáticas de alto nivel en países africanos.
Siddhartha Mishra, de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich (Suiza), ha recibido el premio Collatz para científicos menores de 42 años por sus contribuciones innovadoras que combinan el análisis matemático riguroso con el desarrollo de esquemas numéricos eficientes y precisos y la computación de alto rendimiento.
Todos ellos han recibido sus galardones de manos del rey en una ceremonia en la que también han estado presentes, entre otros, el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig; el ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque; y el alcalde de Valencia, Joan Ribó.
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