Así lo ha expresado la presidenta de la Asociación de Víctimas del Vuelo JK5022, Pilar Vera, durante los homenajes realizados este martes en el parque Juan Carlos I y la Terminal 2 del aeropuerto de Barajas en la que ocurrió el accidente, a los que han asistido supervivientes, familiares, representantes políticos y del Gobierno.
Entre acordes de violonchelo, voces quebradas recitando poemas y ofrendas florales de rosas blancas para adornar las placas con los nombres de quienes perdieron la vida en el siniestro, Vera ha lamentado las «mentiras repetitivas» que achacan el accidente a una cuestión de «mala suerte».
Durante la ceremonia, ha instado a que se reabra la comisión de investigación en el Congreso encargada de estudiar el siniestro, que fue interrumpida por la convocatoria electoral del 28 de abril, que puso fin a la legislatura, para «depurar responsabilidades políticas».
También ha denunciado la «connivencia» de la aseguradora del vuelo siniestrado, Mapfre, y la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), que, a juicio de las víctimas, ha roto la «imparcialidad en el tratamiento de esta tragedia».
«Clama al cielo», ha criticado, que la AESA se haya instalado en locales de la compañía de seguros por una cantidad mayor al dinero destinado a las indemnizaciones de las víctimas.
Pilar Vera ha recordado el «rápido cierre» de la investigación por parte de la Audiencia Provincial de Madrid, así como las «decisiones incomprensibles» a favor de la aseguradora, lo que ha tildado de «masacre judicial contra las víctimas».
Según sus palabras, la Justicia se limitó, «tal vez por incompetencia», a medir las indemnizaciones de esta «catástrofe» con el baremo de los accidentes de tráfico, en lugar de hacerlo con el convenio de Montreal, como establece la normativa europea.
Además, se ha mostrado «sorprendida» de que el Estado «no haya pedido perdón» en todo este tiempo, un paso que considera necesario para reconocer que se cometieron errores «antes, durante y después» del siniestro.
Por su parte, Rafael Vidal, uno de los supervivientes del accidente, que ha tenido que enfrentarse a más de dieciséis cirugías en su proceso de recuperación, espera que con este aniversario haya un «cambio de actitud política» y la «voluntad de depurar responsabilidades».
Ha señalado que las víctimas necesitan «descanso, respuestas y responsables», y ha pedido a los «grandes» partidos políticos «que se pongan de acuerdo» para retomar la investigación en la Cámara Baja.
Desde la asociación han anunciado su intención de convertirse en una fundación de seguridad en vuelo para dar soporte no solo a las víctimas de Spanair, sino también a las de otros accidentes aéreos de menor escala.
Para que esta tragedia no vuelva a repetirse, han reclamado que los planes de emergencia de los aeropuertos tengan programas de asistencia a las víctimas y que los informes oficiales se traduzcan a los idiomas de los afectados.
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