La Guardia Civil descubrió el cuerpo sin vida de este octogenario tras el aviso de su taxista habitual de que no sabía nada del hombre desde hacía veinte días, algo que le resultó extraño pues, como él mismo ha contado, tenía por costumbre bajar de la aldea en la que se sitúa la palloza en la que residía -Vilafiz- al pueblo una vez cada semana.
La Guardia Civil localizó su cadáver este lunes en el interior de la vivienda.
El alcalde de este municipio lucense, José Ángel Santos, ha contado que la propiedad que habitaba estaba voluntariamente aislada y que en ella convivía con sus perros, uno de los cuales llegó a morder el cadáver.
La clínica veterinaria local se ha hecho cargo de los animales y el Ayuntamiento custodia su obra en un lugar seguro, a la espera de lo que se determine para la misma.
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