En cifras absolutas, el número de «ni-nis» ha pasado de 1,6 millones en el tercer trimestre de 2014 a 1,2 millones en el mismo periodo de 2019; mientras que el de «sí-sís» ha subido de 475.800 a 671.800, lo que supone que uno de cada cuatro ocupados menores de 29 años también estudia.
No obstante, y pese a haberse reducido la diferencia, el número de «ni-nis» sigue siendo aún un 45,6 % superior al de «sí-sís».
Por sexo, el estudio señala que las mujeres muestran mayor predisposición a la combinación de estudio y trabajo: el 53,2 % del total de «sí-sís» son mujeres, frente a un 46,8 % de hombres, 6,4 puntos porcentuales de diferencia.
Randstad también destaca en su informe la evolución de la tasa de desempleo entre los menores de 29 años en los últimos cinco años y que se reducido en 14,2 puntos desde 2014 hasta el 24,4 % actual.
Para el director de Randstad Research, Valentín Bote, estas cifras indican, por un lado, que los jóvenes apuestan de manera creciente por la formación como manera de combatir la inestabilidad y, por otro, que el mercado laboral en esta franja de edad se está alejando de cifras negativas para mostrar «cierta pujanza».