En una rueda de prensa, la directora del SAH, Mariona Auradell, ha explicado que mayoritariamente los hombres que atiende este servicio han ejercido violencia física o psicológica, sobre todo hacia su pareja, pero ninguno tiene órdenes de alejamiento ni condenas por ello.
Hasta el 31 de octubre, el SAH había atendido a 270 hombres en el programa de hombres, 43 en el programa dirigido específicamente a los que son padres y 17 en el de jóvenes, al que acuden hombres de 12 a 21 años.
En 2017, el SAH duplicó las horas de atención, lo que ha conllevado un incremento casi igual de los hombres que participan en un proceso de tres años que se realiza por fases, y que comienza individualmente, continúan en grupos y termina con un seguimiento psicológico de nuevo individual.
Ante los buenos resultados constatados en un estudio elaborado por la Universidad de Barcelona y aún inédito, el gobierno municipal ha decidido reforzar de nuevo este servicio en el marco de las medidas contra la violencia machista que presentará al pleno del próximo viernes.
Así lo ha anunciado la teniente de alcalde de Derechos Sociales, Laura Pérez, que ha considerado «fundamental» que existan servicios que fomenten la trasformación personal de los hombres para cambiar el modelo patriarcal de masculinidad basado en la agresividad y las relaciones violentas.
«Es una losa para los hombres (…) El hombre no nace violento, hay una construcción social de la violencia y si se aprende, se puede desaprender», ha asegurado Pérez que ha elogiado «el tiempo y la valentía» de los hombres que acuden al SAH porque han tomado la decisión de relacionarse de manera no violenta con sus parejas.
Ha explicado que entre los motivos para pedir ayuda destaca la preocupación por la repercusión de la violencia machista en los hijos y en la pareja o expareja.
Enric, uno de los hombres atendido en el SAH y que está terminando ya el tratamiento, ha explicado su experiencia que empezó cuando se dio cuenta de que las relaciones en su vida no eran «sanas».
«Me asusté mucho. Así no podía seguir. Me dije necesito herramientas, necesito ayuda. Busqué en Google y encontré el SAH», ha explicado Enric, que ha reconocido que cuando comenzó a acudir a las sesiones de terapia esperaba «cinco minutos antes de llamar al timbre» hasta cerciorarse de que nadie le veía.
Enric ha hecho hincapié en que mientras la violencia física es fácil de identificar, puedes no darte cuente de que ejerces violencia psicológica, si no se recibe ayuda.
«Ignorar todo el día a la pareja, no ser honesto, mentir, menospreciar lo que te hace, el sarcasmo, son cosas que si empiezas a hacer acabas menospreciando a la otra persona», ha advertido Enric, que ha asegurado que gracias al trabajo realizado en el SAH conoce «las señales» y puede evitar una hipotética recaída con muchas herramientas, la principal ponerse en el lugar del otro.
«Yo estoy muy feliz. En mi caso, mi familia se ha ampliado y estamos mejor que antes. Estoy orgulloso de haberlo hecho y de los cambios en mi vida que estoy haciendo», ha asegurado Enric, que ha animado «a cualquier hombre a que lo haga» y a buscar ayuda en el SAH.