El Foro Económico Mundial acaba de publicar el Informe de Riesgos Globales 2020, que ofrece una fotografía sobre las principales amenazas para la economía mundial en 2020, en términos de probabilidad y de impacto.
Los impactos de la crisis climática son considerados como el mayor riesgo global de la década. De hecho, por primera vez desde que se publica este informe, los 5 primeros riesgos del ranking en términos de probabilidad corresponden a asuntos ambientales: los eventos meteorológicos extremos (como inundaciones o tormentas); el fracaso en la mitigación y la adaptación al cambio climático; las catástrofes naturales graves (como terremotos, tsunamis o erupciones volcánicas); la pérdida de biodiversidad grave y el colapso de los ecosistemas y los daños y catástrofes ambientales provocados por el ser humano son las amenazas que lideran el ranking.
El cambio climático está generando profundos cambios económicos y sociales y, como revela el informe, está impactando profundamente en la salud global. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cambio climático es la mayor amenaza para la salud del sigo XXI y la crisis climática es, a su vez, una crisis de salud global.
La calidad del aire, la inseguridad alimentaria en muchos países como resultado de las condiciones climáticas extremas o el estrés térmico y la propagación de enfermedades infecciosas, son solo algunas de las consecuencias del cambio climático en la salud.
El informe de Riesgos Globales 2020 señala que el predominio de enfermedades infecciosas como principal causa de muerte ha sido reemplazado por enfermedades no transmisibles como los problemas cardiovasculares o las enfermedades mentales.
Por otro lado, la mayor longevidad y los costes económicos de tratar las enfermedades crónicas presionan sobre los sistemas de salud de los países.
Por todo ello, los avances logrados en materia de salud a nivel global no son una garantía de los resultados futuros ya que aparecen nuevas amenazas que pueden provocar retrocesos significativos.
Los cambios sociales, medioambientales, demográficos y tecnológicos están en el centro de estos nuevos retos para la salud global y el sector empresarial juega un papel importante a la hora de ofrecer respuestas innovadoras a los nuevos retos.
A través de una gestión interna responsable, el sector empresarial tiene el potencial de contribuir a la salud de sus empleados, pero también de la sociedad en su conjunto.
Son muchas las empresas que han hecho compromisos ambiciosos para reducir sus emisiones de CO2, lo que tiene un impacto directo en la salud del medioambiente y también de las personas.
La OMS estima que la contaminación del aire causa 3 millones de muertes al año y con este tipo de acciones, las empresas pueden reducir su impacto medioambiental y contribuir a un entorno más saludable.
Estrella Digital